AGRICULTURA

A Limia perderá ocho millones en la cosecha anual de cereales

03.08.16.XINZO DA LIMIA.CENTRO AGROGANDEIRO DO INORDE.SERBANDO.
photo_camera Servando Álvarez, responsable del Centro Agrogandeiro, en Xinzo de Limia.

Los beneficios de la producción permitían hasta ahora absorber el gasto fijo de las explotaciones

"Este será un ano malo e hai o risco de que termine sendo moi malo", dice Servando Álvarez Pousa, director del Centro Agrogandeiro en Xinzo de Limia. "A cousa vai fatal, as colleitas son pequenísimas e por riba os prezos están baixísimos", resume José Antonio Gamallo, responsable de una de las mayores comercializadoras de cereal de la provincia. "As valoracións no caso da pataca deben facerse máis adiante, pero o retraso na sementeira non apunta a nada bo", explica Laura Rodríguez, portavoz de Adegal, que agrupa a los productores de A Limia.

La campaña 2016 comenzó mal, demasiada lluvia en los meses en los que había que plantar. Con el verano llegó la sequía. Ahora falta agua. De lo que suceda en septiembre y otoño, de las lluvias que caigan y cuándo lo hagan, dependerá que el año resulte "malo" o "muy malo".
En el caso del cereal, las estimaciones de los técnicos del Centro Agrogandeiro indican que la producción caerá entre un 60 y un 70% respecto de la del año pasado. "Enchentas na primavera, malas herbas, fungos... todo o que podía saír mal, saiu mal", señala Servando Álvarez. Pero también se ha dado otra circunstancia adversa. Mientras en el país caía agua en abundancia, en Castilla llovió lo justo para producir una de las mejores cosechas de los últimos años. Como resultado, los precios han bajado desde los 20 céntimos de hace un año hasta los 14 de ahora.

"A colleita de inverno habitual eran uns 30 millóns de kilos no inverno e uns 20 no verán", explica Álvarez Pousa, "este ano andaremos polos 7 ou 8 de inverno e sobre os 10 millóns no verán". Menos producto y precio más bajo: las pérdidas respecto a los ingresos de hace un año rondarán los 8 millones de euros.

Una explotación media en A Limia dedica de diez a quince hectáreas a la patata y de cinco a diez al cereal. Las ganancias de la producción de cereal permitían hasta ahora absorber los costes de la explotación, "os gastos fixos". Así que los dos centenares de productores de la comarca volverán a sufrir pérdidas este año si las perspectivas sobre el negocio de la patata se mantienen. 

Se calcula que en los últimos dos años han abandonado la actividad un 5% de las explotaciones.

Explotaciones con deudas de más de 100.000 euros

El 2014 fue un año especialmente adverso, en 2015 hubo un repunte y para el 2016 se esperaba consolidar esa tendencia. Pero las lluvias han jugado una mala pasada. Explica Servando Álvarez que la precipitación anual se mantiene en torno a los 800 mililitros, pero que hasta hace unos años se distribuía durante todas las estaciones. Últimamente no. Ahora se concentra en los meses de siembra. "Habrá que pensar en adaptalos cultivos ao clima, xa estamos facendo ensaios, pero non son para polos en práctica mañá". 

A Limia producía unos 120 millones de kilos de patata cada año. En 2015 fueron 100 millones. Este año se esperan entre 70 y 80 millones de kilos. Pese a los seguros y la legislación -que marca un precio mínimo-, los productores sufren dificultades financieras. Un año "decente", como el anterior, no da para recuperar las pérdidas de uno "malo", como lo fue el 2014. Ya se dan casos de explotaciones con deudas anuales que superan los cien mil euros. Difícil resistir otro mal año. Y ello pese a la capacidad innovadora e incluso el relevo generacional que está llegando a la mayoría de las explotaciones, según pondera Álvarez Pousa, que se mesa el cabello y confiesa: "En quince anos que levo aquí non vira outro ano tan complicado a estas alturas".

Te puede interesar