¿Cuál es su cometido dentro de la Plataforma para a Convivencia de Allariz?
Trabajo como asesora técnica en la plataforma, así como en el programa educativo que se lleva a las aulas. Elaboro los contenidos del blog, participo en los podcast y las consultas que llegan al correo electrónico las respondo yo directamente.
¿Cómo está resultando la implantación de esta iniciativa?
Hasta donde sabemos la acogida está siendo muy buena. A la gente le resulta novedosa, sobre todo, el hecho de hacerla de manera virtual. Vamos poco a poco. Hablamos de un recurso nuevo en Allariz, pero lo que nos está llegando es que a la gente le está gustando.
¿Cuál es su objetivo?
Buscamos una convivencia gustosa, agradable, en los distintos niveles. Esta cuestión que nosotras planteamos a través de la plataforma este año se basa en la sexología y en la generación de contenidos que permitan a las personas conocerse mejor como sujetos sexuados. Tratamos de solventar inquietudes que surgen en estas cuestiones de los sexos y que tienen que ver con las identidades, los deseos, o la manera de relacionarnos.
¿Qué es lo que más les inquieta a las familias?
Cómo poder acompañar a sus hijos en esta realidad, la de la sexualidad, las identidades o sus relaciones según el momento biográfico en el que se encuentren. Se busca mejorar la convivencia facilitando el entendimiento y el conocimiento de quiénes somos.
¿Se pretende frenar un poco ese conflicto que a veces surge entre padres e hijos?
El conflicto en sí mismo no tiene por qué ser malo. Se plantea cuando hay necesidades que requieren el ser atendidas y nosotros aportamos nuevas herramientas para afrontar esas situaciones. Los adolescentes viven una época en la que necesitan descubrirse a sí mismos y a los demás y, a veces, quienes están a su alrededor sienten que no tienen capacidad para darle respuestas.
¿Qué tipo de dudas se están haciendo llegar a la plataforma?
A los padres les preocupa que las relaciones que establecen sus hijos con los demás sean de calidad y de buen trato, que no les hagan daño. También que se sientan bien con su cuerpo y que aprendan a cuidarlo. Pero hay algo que también hay que tener en cuenta y es que no solo llegan riesgos con la adolescencia, sino también nuevas oportunidades y posibilidades. Un universo nuevo que también se disfruta.