A Bola, el resurgir por la Verea Vella

Enclavada en la Reserva de la Biosfera Área de Allariz, A Bola debe su nombre y su escudo a una enorme bola granítica ubicada en el lugar de su mismo nombre. Ocho parroquias y 71 núcleos de población conforman este municipio de Terra de Celanova, bañado por los ríos Ourille y Porto -afluentes del Arnoia- y presididos por el místico San Cibrao. Un monte a 914 metros de altura, que protagoniza los equinoccios en la capilla de San Miguel de Celanova, cuando los primeros rayos de sol ascienden sobre esta montaña para colarse por los diminutos ventanales de la majestuosa obra erigida por Rosendo Gutiérrez. A medio camino entre Vilanova dos Infantes y Allariz, en la ruta Verea Vella o dos zapateros, en proceso de recuperación, A Bola conserva reservas naturales como son las riberas del Ourille, así como vestigios del patrimonio artístico, arqueológico y etnográfico como son las mámoas de San Cibrao, el yacimiento castrexo -pendiente de excavación- de San Miguel de Berredo; los pazos de Sotelo en Pazo (Sorga), de Fruime (Podentes) y de Berredo; los conjuntos de canastros -uno de los más grandes de la provincia se encuentra en la casa rectoral de Santa Baia-, fuentes y lavaderos; así como innumerables monumentos religiosos con San Munio de Veiga al frente, cuyos vecinos celebran este fin de semana las fiestas patronales de Santa Cruz. El mirador de San Cibrao, con impresionantes v istas de Terra de Celanova. En el alto se concentran vestigios megalíticos, una capilla milenaria y un amplio merendero. Alto de San Cibrao: Mámoas megalíticas, una capilla milenaria y un merendero con un impresionante mirador donde disfrutar de los valles del Limia y Arnoia son la carta de presentación del Alto de San Cibrao, ubicado en el Monte Calvo. Lugar de culto y celebración desde lo antiguo, en las labores de acondicionamiento del espacio llevadas a cabo a finales del siglo pasado se descubrió un menhir, que según Xosé Benito Reza, redescubridor en los años 90 del equinoccio de San Miguel de Celanova, estaría alineado con la propia capilla que mandó erigir San Rosendo en el siglo X. A finales de agosto se celebra una popular romería muy arraigada en la zona. Los últimos kilómetros hasta el mirador transcurren por una pista de tierra. Área recreativa Ponte Barbón: En el curso del río Ourille, con acceso desde Cacabelos o por la OU-531 entre Celanova y Xinzo de Limia se encuentra el área recreativa Ponte Barbón. Un lugar de ocio y encuentro, especialmente en el periodo estival, para los vecinos y veraneantes del municipio, y mismo de la capital, Celanova. El espacio, que en los últimos años no ha podido disfrutarse como zona de baño debido al estado de las aguas, dispone de amplias zonas verdes y merenderos, una zona de juegos infantil, parque biosaludable, piscina infantil y una cancha multideporte. Además, durante el periodo estival, el concello saca a licitación el servicio de bar. Iglesia de San Munio: El catálogo de monumentos religiosos suma más de una docena de templos, entre iglesias parroquiales y capillas, que se extiende a lo largo de las ocho parroquias, siendo la más destacada la dedicada a San Munio, en Veiga. La actual iglesia parroquial de Veiga formó parte, en su día, de un conjunto monástico privado citado en los documentos más antiguos como Santo Tomé de Veiga y que, hacia finales del siglo XII, pasó a depender de la Orden de Santiago y cambió su advocación a san Munio. Su sepulcro de piedra se conserva, a día de hoy, en el interior del templo al igual que el del prior Tomás Rodríguez, que rigió el monasterio entre 1463 y 1503. Cabe destacar también el baldaquino gótico y la cruz románica que se conserva en el altar mayor. Según Mauro Castellá Ferrer, el celanovés que ayudó a conservar el voto del Apóstol Santiago con la biografía publicada en 1610, la tradición oral de la época señalaba que el monasterio de Veiga era cien años más antiguo que el de Celanova. Mural do Furriolo: En el año 2006 se inauguró en el alto do Furriolo, al pie de la vieja carretera que une A Limia con Celanova, un mural obra de Xosé Vizoso en homenaje a los represaliados por el franquismo. Una iniciativa liderada por la Asociación Arraianos que se organizó coincidiendo con el Año de la Memoria Histórica. El memorial fue objeto de varias intervenciones posteriores, alguna para reparar los actos vandálicos y la última, en 2021, cuando el propio Vizoso se desplazó hasta A Bola para colaborar con el Comité de Memoria Histórica da Comarca de Celanova en su iniciativa para la restauración del mural. Rutas por la naturaleza: Según diversos autores, por A Bola pasaba el antiguo Camino Real hasta Xinzo de Limia y también la Verea Vella, el itinerario que seguían los zapateros de Vilanova dos Infantes (Celanova) para ir a comprar las pieles a las fábricas de curtidos de Allariz. Un itinerario recientemente señalizado en A Bola dentro de los Caminos Naturales y que sirve de puerta de entrada desde Celanova a la Reserva de la Biosfera Área de Allariz, atravesando bellas ‘carballeiras’ y bolos graníticos que dan nombre a este concello. Es la primera ruta del municipio, que aporta 7 de los 16 kilómetros del recorrido que también pasa por los municipios de Celanova, A Merca y Allariz. Pese a no estar señalizado en su totalidad, el trazado es transitable.