Más de 300 escolares del colegio Padre Feijóo conocieron la importancia de las polinizadoras
La Asociación Galega de Apicultura (AGA) celebró ayer en Allariz el primer Día Mundial de la Abeja para reivindicar el papel que realizan no solo estos insectos sino también el resto de polinizadores en el mantenimiento de la biodiversidad y la producción de alimentos. "O papel dos polinizadores é clave e temos o deber de darllo a coñecer ás novas xeracións , para que o valoren e respeten. Só en Europa, o 84% dos cultivos e o 80% das flores silvestres dependen da polinización dos insectos", subrayaba Xesús Asorey, presidente de la asociación gallega en el transcurso de la jornada que sirvió de puesta de largo para la presentación de la Casa das Polinizadoras, una estructura para abejas, abejorros y demás polinizadores que formará parte de la séptima edición del Festival de Xardíns de esta edición. "Existe unha corrente mundial de apicultura urbana e solidariedade fronte aos envelenamentos das abellas polo uso dos insecticidas e en favor dos beneficios saudables e na alimentación", dijo Asorey, que señaló como en los países europeos es frecuente encontrar estas estructuras en parques y jardines.
VESPA VELUTINA
El circuito didáctico diseñado por la AGA, y que durante la tarde estuvo abierto para los visitantes del Festival de Xardíns, permitió a los más de 300 escolares del colegio Padre Feijóo conocer el funcionamiento de las abejas y demás especies polinizadoras que ya se han instalado en la casa-hotel, ver en directo el trabajo en los paneles, así como participar en diferentes talleres de creación de velas, para terminar con una degustación de miles gallegas. "El 60% de los niños prueban la miel sin problema y, más si se trata de menores creados en el entorno rural, apuntaba Nuno Troitiño, de la delegación ourensana de la AGA, ante las reticencias iniciales de un grupo de chavales a probarla.
Durante toda la jornada, el recinto sirvió de intercambio de información y experiencias entre los alaricanos, pero también entre apicultores llegados de toda Galicia. "En estos últimos 35 años la apicultura en Galicia prosperó más que en los mil años anteriores", aseguraba Julio López, un apicultor de Fene (A Coruña) que definió como "fascinante" y "misterioso" el mundo de las abejas "que además de la rentabilidad económica, para mi es una terapia". Menos optimista se mostraba ante las soluciones contra la vespa velutina, una especie invasora que está atacando duramente al sector. "Las trampas funcionan, pero no son la solución", concluía López.
