Las terceras jornadas sobre el hombre lobo de Allariz desvelan nuevas víctimas y enfermedades

El caso Romasanta mantiene su interés después de 150 años

Fernando Serrulla entrega a Luis Martínez-Risco el busto de Romasanta. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
El hombre lobo volvió ayer a la vida en Allariz con las 'III Xornadas sobre Manuel Blanco Romasanta (Esgos, 1809-Ceuta, 1863)' organizadas por la Fundación Vicente Risco. 'Xa sabemos de onde é, de que morreu (cáncer de estómago), e tamén como era físicamente grazas ao busto baseado nos datos medicos, polo que este ano centrámonos no análise do fenómeno Romasanta dende o punto de vista antropolóxica', resumía el moderador Antonio Blanco.
Catedráticos e historiadores tomaron la casa-museo con nuevos datos e teorías 150 años después de su muerte. Muchas de las cuales siguen la hipótesis de que Manuel Blanco nació mujer, tal y como popularizó en 2012 el forense Fernando Serrulla y de la cual se hizo eco en 2007 el escritor y profesor Xosé Ramón Mariño tras corroborar cómo en su partida de nacimiento constaba como Manuela.

Mariño Ferro centró su ponencia en analizar el caso Romasanta en el contexto cultural gallego y europeo. Un relato donde introdujo la posibilidad de que Manuel Blanco pudo padecer una enfermedad psiquiátrica como consecuencia de su problema de género, así como la existencia de dos víctimas que no contabilizaron en el juicio iniciado en 1852 en Allariz (un criado del prior de Rocas y un 'quincalleiro' de Maceda) 'e que elevaría a 15 as víctimas', matizó Blanco.

Sobre mitos y relatos populares, así como las líneas que trataron de explicar los fenómenos de los hombres lobos 'e lobis-mulleres, porque tamén as houbo en Galicia', apuntó en su ponencia Mar Llinares. Uno de los actos más emotivos fue la cesión a la Fundación Vicente Risco de la reconstrucción del busto de Manuel Blanco Romasanta por parte de Fernando Serrulla y Marga Sanín.

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