La gente cree que por ser médico lo saben todo y no es así, destaca Palmeiro, director de El médico enfermo.
El documental El médico enfermo. Una mirada propia ha sido el ganador de la categoría MedHelp, en el primer festival internacional de cine médico de Cascais (Portugal). Un trabajo, coproducido por la rama solidaria de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) y la Fundación Patronato de Huérfanos de Médicos Príncipe de Asturias de la Organización Médica Colegial, que cuenta con el guión del doctor de Allariz José Manuel Solla y dirigido por el también alaricano, Gonzalo García Palmeiro, quien desvela los secretos del rodaje.
¿Cómo surgió la idea de este documental?
Fue cosa del doctor Solla quien, en una reunión de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), sugirió realizar un audiovisual que introdujera una mesa de debate para tratar la problemática de los médicos enfermos.
¿Es la primera vez que trabajan juntos?
No, precisamente Solla sugirió la idea del documental porque en 2008 grabamos Los anillos del alma, que refleja la vida de tres personas, de tres ramas de la sociedad nicaragüense, para mostrar a qué clase de asistencia sanitaria tienen acceso cuando se ven afectados por una patología.
¿Por qué ha gustado tanto El médico enfermo?
Es un documental que establece una complicidad entre el médico enfermo y el espectador que conmueve. A lo largo de 86 minutos, se recoge el testimonio de cinco facultativos con patologías diversas (cáncer, enfermedades degenerativas, cardiopatía isquémica, síndrome de burnout y adicciones), que narran su experiencia en primera persona.
¿Fue difícil encontrar a médicos dispuestos a contar sus vivencias?
No. Solla se encargó de los contactos con facilidad, salvo en el caso de las adicciones que tuvimos que recurrir al programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME).
¿Qué se puede contar de los temas abordados?
Los médicos van respondiendo preguntas relativas al trato recibido, cuál es su opinión sobre el sistema sanitario o cómo se lo tomó la familia la enfermedad. Tratamos de reflejar la vivencia personal y esto ha derivado en una llamada de atención al pro pio sistema sanitario. Las autoridades deben intervenir para solucionar las listas de espera, temas como la intimidad, la atención y el maltrato que en ocasiones sufren los doctores.
¿Qué conclusiones se pueden extraer del documental?
Son muchas y sorprendentes pero, es destacable que muchas veces obviamos que los médicos son personas y también enferman. Personalmente, me llamó la atención que reconocieran que, por ser médicos, no reciben el mismo trato de sus colegas. Ellos decían que a veces se cree que por ser médico lo sabemos todo, pero no es así.
¿Los médicos son peores pacientes que los ciudadanos?
Tendría argumentos para una cosa y la otra. Pero puedo decir que son sumamente positivos a la hora de enfrentarse a la enfermedad. Y todos coincidían que el papel de enfermo les ha enseñado a comprender mucho más y mejor a sus pacientes.
¿Cómo surgió la idea de este documental?
Fue cosa del doctor Solla quien, en una reunión de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), sugirió realizar un audiovisual que introdujera una mesa de debate para tratar la problemática de los médicos enfermos.
¿Es la primera vez que trabajan juntos?
No, precisamente Solla sugirió la idea del documental porque en 2008 grabamos Los anillos del alma, que refleja la vida de tres personas, de tres ramas de la sociedad nicaragüense, para mostrar a qué clase de asistencia sanitaria tienen acceso cuando se ven afectados por una patología.
¿Por qué ha gustado tanto El médico enfermo?
Es un documental que establece una complicidad entre el médico enfermo y el espectador que conmueve. A lo largo de 86 minutos, se recoge el testimonio de cinco facultativos con patologías diversas (cáncer, enfermedades degenerativas, cardiopatía isquémica, síndrome de burnout y adicciones), que narran su experiencia en primera persona.
¿Fue difícil encontrar a médicos dispuestos a contar sus vivencias?
No. Solla se encargó de los contactos con facilidad, salvo en el caso de las adicciones que tuvimos que recurrir al programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME).
¿Qué se puede contar de los temas abordados?
Los médicos van respondiendo preguntas relativas al trato recibido, cuál es su opinión sobre el sistema sanitario o cómo se lo tomó la familia la enfermedad. Tratamos de reflejar la vivencia personal y esto ha derivado en una llamada de atención al pro pio sistema sanitario. Las autoridades deben intervenir para solucionar las listas de espera, temas como la intimidad, la atención y el maltrato que en ocasiones sufren los doctores.
¿Qué conclusiones se pueden extraer del documental?
Son muchas y sorprendentes pero, es destacable que muchas veces obviamos que los médicos son personas y también enferman. Personalmente, me llamó la atención que reconocieran que, por ser médicos, no reciben el mismo trato de sus colegas. Ellos decían que a veces se cree que por ser médico lo sabemos todo, pero no es así.
¿Los médicos son peores pacientes que los ciudadanos?
Tendría argumentos para una cosa y la otra. Pero puedo decir que son sumamente positivos a la hora de enfrentarse a la enfermedad. Y todos coincidían que el papel de enfermo les ha enseñado a comprender mucho más y mejor a sus pacientes.
