El incremento de hasta un 40% del importe del recibo de agua (entre 110 y 600 euros más por factura) ha llevado a un grupo de hosteleros de Allariz a movilizarse en contra de la aplicación del nuevo canon de agua de la Ley de Aguas de Galicia. El gravamen de la Xunta pretende penalizar el consumo, sin embargo carece de bonificaciones para las empresas del sector.
Esa es una de las principales quejas que hosteleros alaricanos han hecho llegar al Concello, que acaba de aprobar una moción instando a la Xunta su retirada al considerarlo 'escandaloso' y 'abusivo'. El regidor, Francisco García, lamentó ayer que 'non ponderen beneficios ni por habitacións, ni por número de usuarios' y criticaba el 'afán recaudatorio' del mismo. Según García, la Xunta 'grava a auga, un servizo básico, como si fora gasolina'.
El descontento en el sector ha llevado a un grupo de hosteleros a analizar la posibilidad de llevar a cabo algún tipo de protesta o acción conjunta, pendiente de definir. 'É un palo' o 'estou nunha situación crítica', son frases muy repetidas estos días entre propietarios de restaurantes y hoteles.
Uno de los primeros en enfrentarse al impuesto ha sido Carlos Torrisco de Casa Rural Vilaboa. Cien euros más por trimestre solo de impuesto ha sido la gota que ha colmado el vaso de este hostelero que recuerda el incremento del 70% del propano o como la luz ha duplicado su precio en tres años. 'La administración nos aboca al cierre', asegura Torrisco que considera que 'hay que pararlos'. Por el momento, explica que ha optado por pagar su factura de agua a la empresa, pero no el importe del canón,'supongo que iniciaran la vía ejecutiva', comenta sin miedo a la penalización del 20% prevista en la ley.
El descontento en el sector ha llevado a un grupo de hosteleros a analizar la posibilidad de llevar a cabo algún tipo de protesta o acción conjunta, pendiente de definir. 'É un palo' o 'estou nunha situación crítica', son frases muy repetidas estos días entre propietarios de restaurantes y hoteles.
Uno de los primeros en enfrentarse al impuesto ha sido Carlos Torrisco de Casa Rural Vilaboa. Cien euros más por trimestre solo de impuesto ha sido la gota que ha colmado el vaso de este hostelero que recuerda el incremento del 70% del propano o como la luz ha duplicado su precio en tres años. 'La administración nos aboca al cierre', asegura Torrisco que considera que 'hay que pararlos'. Por el momento, explica que ha optado por pagar su factura de agua a la empresa, pero no el importe del canón,'supongo que iniciaran la vía ejecutiva', comenta sin miedo a la penalización del 20% prevista en la ley.
