Un nuevo burro acaba de llegar a la sede alaricana de la Asociación para la Defensa, Recuperación y Estudio Terapéutico de la Raza Asnal 'Andrea'.
En esta ocasión, la llegada del animal se produce de forma natural, sin motivos de abandono o de maltrato como las sucedidas en los últimos meses en Ourense o Pontevedra. Lucas, como así se llama el ejemplar de la 'Raza de las Encartaciones' , nacía la semana pasada en O Rexo. Un alumbramiento que pasaría desapercibido si no fuera porque se trata de una raza en grave peligro de extinción, tal y como confirmaba el presidente de la Asociación Andrea, David Lema. 'Estamos muy contentos por la llegada de Lucas porque, junto con otra italiana, se trata de la raza más amenazada del mundo y su estado de conservación es muy crítico'.
En el año 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cifró en un centenar el censo de ejemplares de la 'Raza de las Encartaciones'. 'Hoy se sabe que son bastantes menos y va a ser muy difícil poder recuperarla dado el grado de consanguinidad', lamentaba el presidente de la asociación alaricana que, desde hace unos años, colabora con la Asociación para la Defensa del Burro de Las Encartaciones (ADEBUEN), para la conservación de esta especie.
La raza, oriunda de la comarca vizcaína de Las Encartaciones, se caracteriza por ejemplares de pequeño tamaño (no supera los 120 centímetros de alzada en la cruz), proporcionados y equilibrados. Y hasta Euskadi viajaron hace unos años los integrantes de Andrea en busca de su primer ejemplar. 'Después de Pedro llegó Margarí y Lola, la hija de ambos, ha sido la que ha traído al mundo a Lucas', relataba Lema, quien subrayó la posibilidad de poder visitar a las tres generaciones en O Rexo.
PONERLE FRENO
De las seis razas autóctonas en peligro de extinción, dos de ellas tienen su representación en O Rexo: la de Las Encartaciones y la Zamorano-Leonesa, aunque esta última está en una mejor situación y el número de ejemplares alcanza los 2.000. 'Cuando hablamos de que el burro está en peligro de extinción, no es del todo cierto, sino que son determinadas razas las que están a punto de desaparecer', aseguraba Lema quien, para poner freno a esta situación aboga por 'buscarle un uso, que el asno vuelva a tener una función en la sociedad actual'.
En ese sentido, desde hace años, la Asociación Andrea trabaja por la incorporación de estos ejemplares a las terapias asistidas. 'En Francia, los ejemplares están muy valorados no solo como animales de compañía o para rutas guiadas por la naturaleza, sino utilizando su leche para cosméticos o jabones', enumeraba Lema.
En el año 2005, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) cifró en un centenar el censo de ejemplares de la 'Raza de las Encartaciones'. 'Hoy se sabe que son bastantes menos y va a ser muy difícil poder recuperarla dado el grado de consanguinidad', lamentaba el presidente de la asociación alaricana que, desde hace unos años, colabora con la Asociación para la Defensa del Burro de Las Encartaciones (ADEBUEN), para la conservación de esta especie.
La raza, oriunda de la comarca vizcaína de Las Encartaciones, se caracteriza por ejemplares de pequeño tamaño (no supera los 120 centímetros de alzada en la cruz), proporcionados y equilibrados. Y hasta Euskadi viajaron hace unos años los integrantes de Andrea en busca de su primer ejemplar. 'Después de Pedro llegó Margarí y Lola, la hija de ambos, ha sido la que ha traído al mundo a Lucas', relataba Lema, quien subrayó la posibilidad de poder visitar a las tres generaciones en O Rexo.
PONERLE FRENO
De las seis razas autóctonas en peligro de extinción, dos de ellas tienen su representación en O Rexo: la de Las Encartaciones y la Zamorano-Leonesa, aunque esta última está en una mejor situación y el número de ejemplares alcanza los 2.000. 'Cuando hablamos de que el burro está en peligro de extinción, no es del todo cierto, sino que son determinadas razas las que están a punto de desaparecer', aseguraba Lema quien, para poner freno a esta situación aboga por 'buscarle un uso, que el asno vuelva a tener una función en la sociedad actual'.
En ese sentido, desde hace años, la Asociación Andrea trabaja por la incorporación de estos ejemplares a las terapias asistidas. 'En Francia, los ejemplares están muy valorados no solo como animales de compañía o para rutas guiadas por la naturaleza, sino utilizando su leche para cosméticos o jabones', enumeraba Lema.
