MEDIO AMBIENTE

Treinta familias se suman a la moda de los huertos urbanos

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photo_camera Elena Rúa y Manuel Urquijo, dos de los usuarios de la huerta urbana de O Fuxón, en Allariz.

El Concello ha inaugurado esta primavera el tercer espacio para el autoconsumo en “O Fuxón"

El espacio que antaño sirvió de escombrera durante la construcción de una urbanización de chalets unifamiliares en la carretera de Santa Mariña de Augas Santas, en la zona de O Fuxón de Allariz, se ha convertido esta primavera en un florido huerto para el autoconsumo de unas quince familias a través del proyecto municipal de creación de las huertas urbanas.

La finca, de unos 3.000 metros cuadrados, ha sido acondicionada para contar con 12 parcelas independientes para el cultivo de frutas y hortalizas, y otras tantas en una zona en pendiente como jardín de recreo donde plantar árboles frutales y otras especies arbustivas. "La idea es excelente y de momento estamos con nuestra primera cosecha sin incidentes. Esto es muy divertido y, además, se saca productos frescos sin contaminación de ningún tipo. Aquí sabes lo que comes", reconoce Manuel Urquijo, un joven madrileño que hace seis años decidió asentarse en Allariz y que, nada más conocer el proyecto de los huertos urbanos, se lanzó a la aventura "sin tener ni idea sobre agricultura. Por no saber, desconocía que las patatas echaban esta planta verde en la superficie", apunta.

Familias con hijos y matrimonios jubilados conforman el grueso de este colectivo de nuevos agricultores, bautizados a sí mismos como los Horticultores de Santán por ser el nombre de una de las calles que bordea la finca. "Aquí aprendemos unos de otros. Desde preparar el huerto con bancales a la forma de plantar los puerros para que crezcan más, hasta remedios ecológicos contra las plagas, aunque por suerte de momento no hemos tenido ninguna", reconoce otra agricultora, Elena Rúa, a quien la pasión por la huerta le viene por partes iguales de sus progenitores, agricultores de profesión, y de su hijo de cinco años "que no ayuda mucho pero disfruta viniendo aquí", reconoce.

Zona experimental

La parcela se ha distribuido en una zona de labradío, donde ya crecen las primeras lechugas y empiezan a florecer los tomates, pimientos, guisantes y hasta alguna que otra judía, entre otros productos. Mientras que en la zona de ladera, destinada a las especies arbustivas, habrá que esperar hasta el año que viene para ver la cosecha de cerezas, ciruelos, perales, granados, higueras o nectarinas. Dada su orografía, esta zona es también de experimento por parte de algún agricultor principiante como es el caso de Urquijo. "Tengo unas alcachofas, unos calabacines que requieren mucho espacio y en la zona de huerta se me quedaba pequeño y unas patatas de aire, que las hemos traído desde Lugo", explica, intrigado por el crecimiento de esta especie, también conocida como chayote, que se consume como si fuera una hortaliza.

En la actualidad, además de la huerta de O Fuxón, existen otros dos espacios municipales destinados a huertas en Casa Lomberte y rúa Alarico, que suman un total de 30 parcelas de huerta que cultivan otras tantas familias y 12 para especies arbustivas. "Están todas adxudicadas", subraya el concejal de Medio Ambiente, Bernardo Varela, que reconoce que hay alguna persona interesada en contar con un huerto municipal "pero polo momento non temos contemplado abrir novas zonas", dijo. 

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