EL ADIÓS A MIS COMPAÑEROS MARCOS, GUTIéRREZ, MOURONTE, SOMOZA

Siempre hay un muelle para llegar o partir. Para un saludo o una despedida. Muchos muelles hubo bajo mis pies y mucha agua corrió por el alma y los párpados. Vosotros pisasteis, muchas veces, el muelle porque erais como pájaros inquietos, capaces de salvar las distancias más osadas y de los soles más indulgentes.
Casi sin pausas,podríais sobrevivir al igual que yo al adiós y al abrazo, a la mirada que se pierde y a la mano que se retoma. Siempre admiré esa vocación vuestra y ese compañerismo. Me enseñasteis a descubrir la amistad entre compañeros. Os habéis ido de viaje demasiado jóvenes.

Como dice José Hierro: 'Somos aves de paso, nubes altas de estío, vagabundos eternos. Y el tiempo pasa como pasan también las mariposas, las fogatas y el río. Marchamos apurados al olvido y no miramos nunca para atrás. Estuvisteis aquí, desmerecidos, optando por morir de cualquier forma, en camas blandas óoen la calle oscura, con un gesto de amor. El tiempo es una red inevitable. Sentada junto al borde de la desesperanza, mirando como el tiempo pasa, invento estas palabras que no son, ni siquiera, lo mejor de mí misma. Pienso que en el cielo estáis muy bien y allí nos veremos compañeros.

Te puede interesar
Más en Cartas al director