la asignatura de religión

La aptitud pedagógica viene determinada por varias razones, depende del foco desde el que se mire habrá unos u otros elementos fundamentales.
Obviando los elementos de carácter formativo y vocacional, lo básico y fundamental es una diplomatura en Magisterio, un grado o una licenciatura en Psicopedagogía; para los demás, licenciados, arquitectos o ingenieros que quisiesen dedicarse al mundo de la enseñanza, es fundamental tener el certificado de aptitud pedagógica o realizar el actual master que lo suple. Ahora bien, ¿Quién asegura la aptitud de los docentes de la asignatura de religión (cristiana)? Es un rasero curioso para medir, debe tener el mismo peso que las demás asignaturas, dicen unos, pero ¿bajo qué premisas pedagógicas imparten estas personas dicha asignatura?

Yo mismo he cursado una interesantísima asignatura durante la carrera que se llamaba 'El hecho religioso'. Un teólogo se encargaba de impartirla y, pese a que solamente nos circunscribimos a las religiones abrahámicas o semíticas, resultó ser un recorrido libre de adoctrinamiento por una historia que explica en parte la realidad actual a la que pertenecemos. Si a esa clase se le hubieran añadido otras concepciones espirituales y religiosas, que tienen tanta validez como la imperante en esta región del planeta, habría sido una experiencia mucho más enriquecedora.

Las tradiciones religiosas son prolíficas en el género humano y vastas sus representaciones. Reducir esto a solamente un punto de vista, es condenar a nuestros estudiantes a un conocimiento sectario de la espiritualidad y del hecho religioso, es utilizar la religión para adoctrinar, adoctrinar para poder seguir detentando el poder, el control sobre algo.

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