Me gustaría plasmar con palabras la bochornosa situación en la que se encuentran algunos pacientes del Complejo Hospitalario 'Cristal', en concreto los enfermos de la planta de traumatología.
Todo comenzó cuando mi familiar se rompió la pierna, fue a urgencias y le dijeron que había dos personas por delante, que tenía que esperar (servicios mínimos). No la operaron, la pierna empezó a hinchar y tuvo que esperar más de una semana a que le bajara la inflamación para ser intervenida. Una vez en la planta se me cayó la ilusión a los pies, ya que pensaba que la sanidad gallega no estaba tan mal por los recortes. La planta parece una sauna, llevamos un termómetro y, por momentos, marcaba más de 35 grados (tres minutos allí y estás empapado en sudor). Lo más normal para que baje la inflamación es colocar hielo y somos los familiares los que nos ocupamos de llevarlo y de poner compresas frías. Los celadores, cuando manejan la grúa golpean la cama ya que no hay mucho espacio, pues en el habitáculo hay tres camas mientras que en la zona nueva, con aire acondicionado, hay dos, lo que lleva a preguntarme: ¿qué hace falta para estar en la zona con aire y no en la sauna incorporada?
Sólo quería reflejar las penosas condiciones en la que están los pacientes, cada vez más cercanos a una tienda de guerra que a un país supuestamente desarrollado.
Sólo quería reflejar las penosas condiciones en la que están los pacientes, cada vez más cercanos a una tienda de guerra que a un país supuestamente desarrollado.
