Mejorar es siempre un elemento de soporte vital que nos acompaña e impulsa a conseguir más y mejor. Mejorar no siempre es fácil y muchas veces ocurre todo lo contrario. Con la historia del hombre sucede lo mismo, su evolución a veces torna en involución, esto se ve muy bien si nos fijamos en la Grecia clásica y la comparamos con la Edad Media. Hoy las cosas no son como en esa época.
Resulta difícil implicarse en la mejora de nuestra sociedad después de trabajar una dura jornada cuidando de la familia, de usuarios dependientes, o teniendo que solucionar todos esos problemas a los que la gente se enfrenta día a día. No todas las personas entendemos con soltura los términos políticos y económicos, no todos sabemos definir, diferenciándolos y eligiendo de manera crítica un libre mercado o un sistema keynesiano. Es complicado aportar ideas cuando se está sumergido en los problemas de la vida y resulta difícil llegar a fin de mes. También lo es para todas esas personas que depositaron su confianza en los políticos y se centraron en realizar su labor y sus quehaceres.
No todos podemos aportar ideas al respecto. Pero todos podemos protestar, es más debemos hacerlo. En esto, ideas nuevas como tal, dudo mucho que las haya. No obstante los políticos al frente del Gobierno deberían de copiar las recetas de países como Canadá que eludieron la crisis económica en parte, no dando dinero público a los bancos. También podrían fijarse en la Argentina actual, que controla el gasto de sus distintas provincias y municipios transfiriéndoles los excedentes del estado nacional. A ver si quejándonos todos juntos, alguien nos escucha.
No todos podemos aportar ideas al respecto. Pero todos podemos protestar, es más debemos hacerlo. En esto, ideas nuevas como tal, dudo mucho que las haya. No obstante los políticos al frente del Gobierno deberían de copiar las recetas de países como Canadá que eludieron la crisis económica en parte, no dando dinero público a los bancos. También podrían fijarse en la Argentina actual, que controla el gasto de sus distintas provincias y municipios transfiriéndoles los excedentes del estado nacional. A ver si quejándonos todos juntos, alguien nos escucha.
