He leído en este medio con gran tristeza y con estupefacción la dimisión de su cargo de la doctora Concepción Victoria. Tristeza porque para este que escribe fue, es y será, así como todo su equipo, de lo mejor que pudo pasarme en mi vida después de la desgracia de detectárseme la tan temida enfermedad que, reitero, sin la ayuda de la doctora en cuestión, y su ya mentado equipo, quiero que el lector se lo imagine.
Y digo todo esto porque Ourense, y en concreto el CHUO, no pueden ni podemos perder a una profesional como la doctora Victoria alegando la muy pobre excusa de: 'desacuerdos económicos'. Una vez que esta profesional demostró en muchas ocasiones anteponer sus pacientes a lo pecuniario, y aun más, nos regaló su particular y preciado tiempo sacándoselo a su familia y descanso, y por eso es mi estupefacción.
Para terminar, me considero un poco huérfano porque aunque no existe ya relación médico/paciente, sé que aunque estoy bajo la supervisión de otro magnifico doctor, siempre, y como última instancia, podría y puedo contar con mí doctora Victoria.
Para terminar, me considero un poco huérfano porque aunque no existe ya relación médico/paciente, sé que aunque estoy bajo la supervisión de otro magnifico doctor, siempre, y como última instancia, podría y puedo contar con mí doctora Victoria.
