EL FIN MUEVE A LA GENTE

Esta expresión clásica la suelo traducir por: 'El fin mueve a la gente, a las personas'. Tener claro un fin es tan importante que si falta se produce la inmovilidad y el sinsentido, porque 'si no se va a ninguna parte', para qué moverse, ya que nada valdría la pena.
En jóvenes y mayores encontramos a veces actitudes de conformismo, de que todo les da igual y en tales situaciones se precisan luces de la inteligencia que despierten, y la fuerza del amor que mueva la voluntad. Luces que, frecuentemente, vienen del exterior: una situación, el ejemplo de otras personas, de amigos, y siempre la valentía para comprometerse por la verdad, el bien, y la realización de valores que nos exigirán vencer resistencias.

Te puede interesar
Más en Cartas al director