A JOSé MARíA GONZáLEZ áLVAREZ, 'CHEMA'

n n nQuerido amigo, compañero de tertulia mañanera, vecino solidario, profesional competente y comprensivo, tan valdeorrés como el que más, porque amabas Valdeorras hasta el límite de querer morir aquí, en O Barco, en donde viviste más de la mitad de tu joven vida.
Querido amigo Chema, querido por todos y amigo de todos: le echaste valor a la vida queriendo saber que se te estaba escapando en un tiempo record. Cuando, como tu mismo nos dijiste, ya 'no podías con las piernas', bajaste al 'Olimpo' y  nos confesaste que 'ya te quedaba poco'. Nos dejaste apenados hasta lo más íntimo, porque apreciamos en ti el aura de la muerte. Y aun tuviste el valor de decirlo con esa sonrisa bonachona pero irónica que te caracterizaba. Ese día no comentamos las noticias de la prensa, como hicimos durante los 35 años de tu estancia entre nosotros.

 Querido Chema: hoy se me escapó sin querer la palabra 'muerte'. Y no corrijo, porque, nadie lo duda, muere el cuerpo, que es lo menos importante de la persona humana. Pero permanece el espíritu, permanece el ejemplo que has dado a tu familia, amigos, compañeros de trabajo, jefes y subordinados. Permanecerá siempre en todos, repito, todos, los que tuvimos la suerte de conocerte, de ser tus amigos, tu bonhomía, tus querencias a Valdeorras y a sus gentes. Congeniaste con todos. Asturiano tenías que ser, pero rompiendo el tópico, diste a nuestras tierras, la de nacimiento y la de adopción, una nueva dimensión en el conocido dicho: Gallegos y asturianos, hermanos.

Que tu mujer y tu hijo comprendan, y les sirva de consuelo, que la muerte no es tal, sino una etapa desde la vida a la eternidad. Chema, amigo, nunca te olvidaremos. Seguirás presente entre nosotros y, con lágrimas en el corazón, como hacíamos siempre, comentaremos esta nota, en el Olympo, tus amigos que te quieren.

Te puede interesar
Más en Cartas al director