Unos en TVE, otros en hospitales, tres tertulianos que se dicen profesores en Santiago y siguen echándole la culpa del pecado original a los socialistas (sí, ya sé ¡los ERE!, pues a la cárcel y a devolver con intereses los dineros!), otras en la Junta castellana, otro en la Xunta, otros en Levante.
Y ahora, la población cuyo índice cultural ha subido como la espuma, la que ya tiene a los mediana edad 'muy cultivados' y a sus hijos universitarios pidiendo trabajo en plan 'vente a Alemania, Pepe', esa asombrada población no sabe si no parar de reír, echarse a llorar, lanzarse a la calle, lanzarle una pedrada medieval o escribir a los periódicos para comentar, con sus semejantes el asombroso mundo de los 'gestores' sin profesión conocida, la mayoría que nunca trabajaron, salvo para el PP.