Nuevas medidas se anuncian, mientras la travesía del desierto sigue: cerca de seis millones de parados, el 36% en Andalucía, el 25% en España.
Algo no funciona, o parece que no cuadran las cuentas. En vez de aplicar tanta medida reformista, lo que hay que hacer, así lo entiendo yo, es ilusionar a la gente para que haya más inversión y se cree empleo. Las medidas reformistas parecen destruir empleo ¿A dónde vamos a llegar? De otro lado hay quienes se declaran patriotas, hijos de la patria, salvadores, pero su capital lo llevan fuera. Es verdad que el dinero no conoce fronteras, ni colores, ni a quien a veces pasa hambre. Sin embargo, el amor y la entrega a la patria debería de pasar por todo lo contrario. No podemos así sostener lo insostenible, y luego predicar reformas. ¡Ojalá que de una vez por todas aprendamos la lección! Nadie puede escupir contra sí mismo, pues le caería encima.