LOS PROFESORES Y LA POLÍTICA EDUCATIVA DE LA XUNTA

Miles de profesores de enseñanza pública no universitaria están enfrentados a la política educativa de la Xunta de Galicia. Argumentan que la jornada lectiva no puede pasar de 21 a 25 horas a la semana, además de atribuirles nuevas funciones como 'custodiar' a los alumnos que utilizan el transporte escolar, cosa que un servidor considera beneficioso. Así, por lo menos, algún alumno se cohibiría a la hora de encender un pitillo en ese recorrido. Creo recordar que la distancia mínima para poder fumar de un centro educativo son 100 metros y, tristemente, casi nadie cumple.
Sinceramente, creía que en la actualidad todos deberíamos arrimar el hombro ante la grave situación que estamos padeciendo y que nadie en el Gobierno central quiso reconocer hace tan sólo unos meses. Por pedir, se pide la dimisión del conselleiro de Educación, Jesús Vázquez, tan sólo por implantar en Galicia unas medidas que ya son realidad en otras comunidades autónomas como Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla León. Ya digo, tan sólo por igualar las condiciones de los docentes gallegos a los del resto de España se pide la dimisión del conselleiro, habiendo otras personas que ya deberían haber dimitido en España hace mucho por cuestiones mucho más graves.

Pero la cuestión de las dimisiones las vamos a dejar para otro momento 'más propicio'. Ahora lo que me ocupa son los argumentos que esgrimen los profesores para su 'lucha' o su 'huelga de brazos caídos'.

Miren ustedes, ya saben que entre los ajustes aplicados por el Gobierno central relativos a educación en enseñanza no universitaria, el presupuesto para 2011 se ha visto reducido en un 23,7 por ciento, en total unos 23 millones de euros.

También es digno de reseñar que los profesores españoles tienen un salario por encima de la media europea, y aun por encima tienen menos días de clase (176 en España frente a 181 en la UE), y en consecuencia menos horas lectivas que la media de sus colegas europeos. (1.425 en España frente a 1.775 de Alemania, por ejemplo).

Sean ustedes responsables, enseñen a sus alumnos a que en tiempos malos hay que arrimar el hombro y cada uno poner su granito de arena para salir cuanto antes de esta grave situación en la que está metida España, y que ninguno de sus alumnos tiene la culpa de estar así. Enséñenles a ser justos en la vida y, sinceramente, creo que esta 'lucha' o 'huelga de brazos caídos' no es en absoluto justa.

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