la renuncia de benedicto xvi

La noticia de la renuncia del papa me ha conmovido profundamente. Supongo que es el sentimiento natural de un hijo cuando sabe que su padre se retira y ya sólo lo tendrá en la distancia. Quiero expresar mi admiración por este hombre sencillo, que ha servido y sirve a la Iglesia con total entrega, dejando una estela de sabiduría y bondad en todo lo que ha hecho y escrito. Un siervo de Dios que por dos veces presentó a Juan Pablo II su solicitud de renuncia cuando era el Cardenal Ratzinger, solicitud que como todos sabemos, no fue aceptada, continuando fielmente con la labor que tenía encomendada.
Benedicto XVI es un hombre de una gran talla intelectual, un hombre honesto, un hombre de paz, lleno de amor de Dios y amor a los hombres, sencillo en sus formas, tierno en su sonrisa. Si él ha tomado esta decisión que nos deja un poco tiritando y un poco huérfanos, bendito sea Dios. Recibiremos con los brazos abiertos a su sucesor.

Termino dando las gracias a Benedicto XVI por todos estos años que ha guiado a la Iglesia y ha elevado su voz llena de esperanza, de amor, de paz por todos los confines del mundo; gracias por su humildad plasmada en esta sencilla frase 'ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio'. Gracias Santo Padre por ser un 'humilde trabajador de la viña del Señor'.

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