Tal cual una imagen de posguerra. Once de la mañana del día 14. Una furgoneta con media puerta de atrás abierta por la que asoma una persona que entegaba un trozo de tarta a los que presentaban un tiquet de compra. Una larga cola de hombres y mujeres de mediana edad, soportando el afilado frío de estas últimas mañanas con su tiquet en la mano para recoger el trozo de tarta.
Era una iniciativa del Centro Comercial Abierto y la Tenencia de Alcaldía de esta ciudad para celebrar a San Valentín. Si querían hacer un cómputo de los clientes de ese día de los comercios asociados, puede que lo consiguieran, pero hay técnicas de márqueting menos cutres con las que atender al cliente. Aunque dado la extensión de la cola, parece que les va el sistema.
