La falta de clientela y un canon excesivo fueron determinantes para la renuncia de la concesionaria

El Burgo de Vilanova se queda sin restaurante sólo ocho meses después de su adjudicación

El establecimiento ubicado a los pies de la Torre, permanece cerrado desde el día 1 de enero. (Foto: Xesús Fariñas)
La falta de clientela y un canon excesivo ha obligado a la titular de la concesión del establecimiento hostelero de Vilanova dos Infantes a renunciar a la gestión de la actividad, ocho meses después de su adjudicación. El establecimiento hostelero, propiedad de la Sociedade para o Desenvolvemento Comarcal de Galicia, prepara la convocatoria de un nuevo concurso que permita explotar el negocio ubicado en el centro del Burgo Medieval y anuncia que los pliegos serán similares a la última concesión.
Los vecinos de Vilanova dos Infantes, en el Concello de Celanova, se han vuelto a quedar sin el único establecimiento hostelero del Burgo Medieval después de que la actual concesionaria del bar-restaurante ‘A Torre’, Margarita Conde, haya comunicado su renuncia al propietario del inmueble ubicado en los bajos del Centro Comarcal, la Sociedade para o Desenvolvemento Comarcal de Galicia (ente dependiente de la Consellería de Medio Rural). Margarita Conde, que hacía ocho meses que era la titular de la concesión (tras un concurso público en el que se presentaron cuatro solicitantes), explicaba que ‘el negocio no da. Son muchos gastos y pocos beneficios. Aquí hay poca gente y sólo para cubrir gastos tendría que sacar 300 euros diarios’, confesaba la propietaria y vecina de Vilanova dos Infantes, quien añadía que, ‘a mi modo de ver, ponen unas exigencias muy altas’. Unos pliegos que, según el concurso adjudicado en abril de 2008, consistían en la gestión y explotación del inmueble con un canon anual de 5.500 euros (IVA no incluido) y un plazo de dos años.

La Sociedade Comarcal confirmaba el cierre del negocio desde el pasado 1 de enero. ‘A titular presentounos a renuncia da concesión, co cal convocarase na maior brevedade posible un novo concurso que permita a explotación do negocio’, aseguraban desde la Consellería de Medio Rural, quienes ratificaron que, los pliegos de concesión del nuevo concurso serán similares al anterior. ‘O nivel de esixencia ten que ser o necesario para dar o mellor servizo posible ás persoas que visiten o centro comarcal, ao tempo que o propio restaurante sexa un atractivo máis para impulsar o turismo na vila’.

Sólo queda el teleclub

Los vecinos de la localidad lamentan ayer el cierre, por segunda vez en poco más de un año, del único establecimiento hostelero ubicado en el Burgo Medieval, aunque entienden la postura de su convecina. ‘Aquí, a diario, vivimos moi pouca xente’, reconocía Manuel Bouzas. Una opinión respaldada por un amplio número de vecinos que, a partir de ahora, si quieren tomar un café ‘só nos queda xuntarnos no teleclube, ubicado nas dependencias da antiga escola, que está aberto entre as dúas e as seis da tarde’, explicaban los residentes. ‘Ou senón, ir ata o bar que está no Cristal’, apuntaba otro vecino, Antonio Iglesias.

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