La Guardia Civil detuvo a tres personas tras el asalto a un club de alterne de Celanova: dos de ellas ingresan en prisión provisional; el último, que vigilaba en el exterior, queda en libertad
Dos vecinos de Celanova y Ramirás, M.A.F. y J.G de 28 y 31 años respectivamente, han ingresado en prisión como presuntos autores de un delito de robo con violencia e intimidación en grado de tentativa ocurrido en un club de alterne de Celanova. Los hechos sucedieron el 31 de enero en el Limbo, un establecimiento ubicado en la OU-540 a su paso por A Barxiña, y se saldó con el dueño y una segunda persona frustrando el robo tras reducir a uno de los asaltantes. Se trata del segundo asalto con violencia que se registra en el establecimiento desde julio de 2020.
Pasadas las ocho de la tarde del martes, dos varones encapuchados entraron por la puerta trasera del negocio provistos de una pistola eléctrica (tipo TASER), un cuchillo y una pata de cabra, tal y como después incautó la Guardia Civil, junto con unos prismáticos y guantes. Uno de ellos se dirigió a la barra y el otro a la oficina donde se encontraba el dueño del club, a quien amenazó con un arma corta y golpeó con una pata de cabra. Al oír ruido, una persona que se encontraba en la planta superior, acudió en su auxilio y juntos lograron reducir a uno de los asaltantes y llamar a la Guardia Civil. “No quiero más publicidad”, zanjaba ayer el propietario de Limbo, quien aseguró estar “bien”, pese a haber sufrido lesiones leves.
Tras la detención de uno de los asaltantes, la Guardia Civil inició una investigación que se saldó con otros dos arrestos, pasando todos ellos a disposición judicial ayer. Fuentes cercanas al caso trasladaban que los tres detenidos reconocieron los hechos y exculparon a la persona que se había quedado fuera, un joven de Ramirás de 32 años a quien habían pedido que les llevase hasta el club. La jueza, tras oír sus declaraciones, dejaba a esta tercera persona en libertad provisional.
Los dos detenidos, que han ingresado en prisión provisional, se enfrentan a una pena de entre 2 y 5 años, según se tengan en cuenta los agravantes (disfraz, arma, local abierto al público). La defensa de uno de ellos no descarta recurrir la prisión provisional ante la Audiencia Provincial a la vista de los hechos reconocidos, además de que no serían delincuentes habituales y que, a pesar de ser en un local público, considera que no hubo alarma social.
