CELANOVA

Ecología contra la despoblación

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photo_camera Los hermanos Carlos y Olga Dorado en el colmenar de Sanguñedo, en Verea.

La ecología como forma de vida es la "leitmotiv" de los Dorado, una familia de Sanguñedo (Verea) que hace de la tierra su medio de vida, respetando el medio ambiente y conservando la fertilidad del suelo a través de la utilización óptima de los recursos y sin el uso de productos químicos.

Los montes que dividen las comarcas de la Baixa Limia y Terra de Celanova, a más de 900 metros de altura, concentran el colmenar de Casa do Dorado. Tejados de paja para proteger las colmenas del calor y la humedad, emulando antiguas viviendas castrexas, son el primer indicativo de la apuesta por la bioapicultura de esta familia que lleva el mundo de las abejas en la sangre. "Sempre houbo colmeas na casa, pero fai tres anos, a raíz dun curso en Xinzo, intereseime por este mundo", explica Olga Dorado, enfundada en su traje de "abelleira" tras años trabajando en la hostelería. 

La miel es la última incorporación a la producción ecológica de los Dorado. Antes de que Olga apostara por la apicultura, su hermano Carlos ya llevaba varios años trabajando en la agricultura ecológica. Patatas, nabizas, tomates, peras, nueces, castañas,... así hasta 20 productos que llevan el sello del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega). "A produción ecolóxica é cada día máis importante en Galicia, pero á hora de comercializar, o produto valórase máis fóra de aquí", asegura Carlos Dorado, que al igual que su hermana, cree que, con esfuerzo y dedicación, es posible vivir del rural. 

Conciencia y dedicación

Crear un producto ecológico y de calidad fue desde el primer momento el objetivo de Casa do Dorado. "Nós queriamos un produto bo e natural, aínda que fóra á conta dunha menor produción", aseguran estos apicultores, que empezaron con tres colmenas y este año ya han producido unos 500 kilos de miel.

Los pasos para la consecución del sello ecológico "son laboriosos e con moitas trabas, pero o resultado merece a pena", asegura Olga Dorado mientras da a probar una miel de color y sabor intenso, al tiempo que insiste en que "o máis importante é que o agricultor teña conciencia ecolóxica". 

En el proceso, relata, es fundamental olvidarse de cualquier tipo de producto químico, localizar un entorno alejado de contaminación y, sobre todo, mimar a la abeja. "Alimentámolas con mel, non con azucre, utilizamos cera virxe ecolóxica e aceites de diferentes plantas para combater as enfermidades", enumera la apicultora.Precisamente una mezcla de aceite de ortiga mezclado con otras plantas es lo que utilizan para combatir la varroa que, junto a la vespa velutina, es uno de los principales quebraderos de cabeza de los apicultores. "As abellas tocan o aceite, límpanse e con iso curan o ácaro varroa. Algunha morre, pero é unha maneira natural de combatela e garantimos un produto san", explica Dorado. 

A su lado, su amigo y compañero de ferias, el cocinero y presidente de la Asociación As Estrugas, Martín Álvarez, asiente. "Quedo muy contento que se aproveche la ortiga con fines fitosanitarios, porque es un buen bactericida y fungicida", asegura Álvarez, que lleva años trabajando en la divulgación y promoción de esta planta, "que también se utiliza en polvo como fuente de ácido fórmico en su alimentación", concluye. n

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