El colegio Sagrado Corazón promueve entre sus alumnos de Educación Infantil un taller de cocina que promueve que los progenitores acudan al centro a elaborar un menú sano y equilibrado

Los escolares sustituyen los libros por fogones saludables

Los alumnos posan con una de las madres participantes. (Foto: EVA DOMÍNGUEZ)
Introducir, de forma paulatina y divertida, aquellos alimentos que no suelen ser los preferidos de los niños, como las frutas y verduras, es el objetivo del taller de cocina que ha puesto en marcha el colegio Sagrado Corazón de Celanova.
Una iniciativa singular al ser los propios alumnos, ayudados por sus progenitores (o en su defecto, los abuelos o tíos), los que elaboran la comida que después comparten con sus compañeros. 'Unha alimentación axeitada, cunha dieta rica, sana, variada e equilibrada é un dos aspectos que máis inflúen na nosa saúde e canto antes a adquiran os nenos, mellor', explica Araceli Feijóo, una de las profesoras responsables de la actividad.

A la vuelta de las vacaciones navideñas, los escolares estrenaron un aula donde cambiaban los libros por los fogones. 'Habilitamos un espazo onde pais e nenos poideran dirixir a elaboración dunha receita saudable que despois degustarían co resto dos nenos', matizaba Feijóo. Una actividad que, tras sus primeras semanas de prueba, empieza a dar resultados 'Agora xa me gusta o pemento e tamén a cebola', anunciaba Paulo, uno de los comensales quien, conjuntamente con Alba y Olalla asegura que en casa también ayuda en la cocina. 'Pero non sempre nos deixan', se quejan. Para los niños, alumnos de cinco años de segundo ciclo de Infantil, esta actividad es un juego donde la única regla es 'que proben todo o que facemos na aula, lles guste ou non a receita. E xeralmente o fan', apunta Feijóo, al tiempo que confiesa que 'o secreto está en non decirlles os ingredientes ata que non o proban'.

La propuesta también ha sido muy bien acogida entre los padres. 'La idea es estupenda. Además de compartir un tiempo de ocio en el colegio, permite que prueben alimentos que no les gustan o que no están acostumbrados a comer en casa', apuntaba una de las madres, Ana Lama. Durante su jornada como pinche, Lama compartió con su hijo Diego el proceso de elaboración de arepas. 'Son tortas que se hacen con cereales y que llevan jamón y queso', explicaba Diego ante la cara de extrañeza de sus compañeros.
Pasta con setas y verduras y tortilla de patatas con espinacas han sido algunas de las recetas de mayor éxito. La semana pasada tocó algo sencillo, mejillones al vapor. 'Algunos aseguraban que nunca los habían visto', apuntaba Feijóo quien sonreía al recordar el comentario de uno de los niños 'dijo que le sabían a mar'.

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