La diminuta imagen de la Virxe do Cristal congregó ayer a cientos de romeros asistentes a la procesión Do Encontro en el día grande de la romería de Vilanova dos Infantes.
Cientos de fieles y peregrinos acompañaron ayer en la tradicional Procesión do encontro a la Virxe do Cristal que, después de la novena y de dos días de fiestas paganas hasta la madrugada, presidió ayer la romería en su honor. A las once y media de la mañana partía desde el santuario ubicado junto a la carretera OU-540 la procesión presidida por la diminuta imagen de la virgen. Bajo un sol abrasador, los fieles se turnaron para llevar la imagen durante la larga travesía desde la capilla, por la subida de A Barronca hasta la Plaza do Recreo de Vilanova. Una peregrinación que, más de una realizó descalza en señal de agradecimiento a la Virgen por una promesa cumplida.
En el Burgo Medieval les esperaban San Roque y San Sebastián quienes, tras saludar con una reverencia a su Patrona en la Praza Maior, asistieron a la interpretación de la también histórica danza blanca (o gremial) que data del siglo XVII. Gustóume o encontro dos santos ca Virxe, confesaba un niño a su padre.
Los danzantes, acompañados por la Banda Municipal de Celanova, escoltaron a las tres imágenes de vuelta al campo de O Cristal. El altar al aire libre acogió la misa mayor presidida por Francisco José Prieto Fernández quien, acompañado por los párrocos del arciprestazgo celanovés, recitó durante la eucaristía los versos que el poeta local, Manuel Curros Enríquez, escribió en honor a la Virxe do Cristal. Aínda que é pequeniña, é grande o teu corazón, concluía Prieto Fernández en presencia de Myriam y Ángela Gilberson Hernando nietas de Ángela Curros Ortega (nieta mayor de Curros).
Con menos afluencia que en años anteriores por caer en día laborable, los vecinos de Celanova (donde fue festivo local) disfrutaron de un día de romería donde no faltó la música, las atracciones infantiles y los puestos de pulpo y churrasco.
En el Burgo Medieval les esperaban San Roque y San Sebastián quienes, tras saludar con una reverencia a su Patrona en la Praza Maior, asistieron a la interpretación de la también histórica danza blanca (o gremial) que data del siglo XVII. Gustóume o encontro dos santos ca Virxe, confesaba un niño a su padre.
Los danzantes, acompañados por la Banda Municipal de Celanova, escoltaron a las tres imágenes de vuelta al campo de O Cristal. El altar al aire libre acogió la misa mayor presidida por Francisco José Prieto Fernández quien, acompañado por los párrocos del arciprestazgo celanovés, recitó durante la eucaristía los versos que el poeta local, Manuel Curros Enríquez, escribió en honor a la Virxe do Cristal. Aínda que é pequeniña, é grande o teu corazón, concluía Prieto Fernández en presencia de Myriam y Ángela Gilberson Hernando nietas de Ángela Curros Ortega (nieta mayor de Curros).
Con menos afluencia que en años anteriores por caer en día laborable, los vecinos de Celanova (donde fue festivo local) disfrutaron de un día de romería donde no faltó la música, las atracciones infantiles y los puestos de pulpo y churrasco.
