Las máquinas iniciaban esta semana los trabajos de desbroce y limpieza del muro de piedra que permite contener y salvar el desnivel entre el campo celanovés de As Triguerizas y la calle de nueva apertura, que el pasado verano permitió comunicar las avenidas Emilia Pardo Bazán y San Rosendo, en paralelo a la calle Celso Emilio Ferreiro.
La actuación, proyectada hace tiempo por parte del grupo de gobierno municipal pero que se ha visto retrasada por la necesidad de contar con el visto bueno de Patrimonio al estar en el entorno del Monasterio de San Salvador, consistirá en la rehabilitación del muro de piedra, que tiene una longitud de 127 metros y una altura que en algunos puntos supera los tres metros, y la construcción de una pasarela peatonal que enlace el aparcamiento público con la calle nueva, agilizando los accesos al centro urbano celanovés.
El proyecto, que cuenta con una partida de 32.000 euros que será sufragada con los fondos de las arcas municipales, 'mellorará os accesos e reducirá o tempo de conexión entre o aparcadoiro e o centro da vila', confirmaba el alcalde, Antonio Mouriño. La estructura, que será acorde y respetuosa con el entorno en el que se va a ubicar, 'colocarase na parte alta do campo das Triguerizas, ao coincidir ademais co tramo onde a diferencia de alturas entre os dous espazos é menor', apuntaba el regidor local.
RESTRICCIÓN DEL APARCAMIENTO
Las obras, que se prolongarán durante las próximas semanas restringiendo el estacionamiento en una parte del parking, permitirán rehabilitar un vallado que fue construido en diferentes periodos para salvar el desnivel del terreno. Según la información que manejan desde el consistorio, la parte más antigua del muro se ubica en la zona alta del campo, coincidiendo con el cierre de los jardines donde se ubica la capilla mozárabe de San Miguel. Lo más probable es que la construcción de ese tramo del muro esté relacionada con las primeras fases de edificación del monasterio celanovés. Por contra, el segundo tramo, con piedras menos labradas y de peor calidad, se pudo realizar en el siglo XIX para salvar la altura entre las dos fincas.
El aparcamiento de As Triguerizas, ubicado en la parte trasera del Monasterio, fue acondicionado en 2009 gracias a la aportación de 411.475,93 euros del Fondo Estatal de Inversión Local. La intervención permitió urbanizar la pista de tierra en un aparcamiento gratuito al aire libre con capacidad para unos 180 vehículos.
El proyecto, que cuenta con una partida de 32.000 euros que será sufragada con los fondos de las arcas municipales, 'mellorará os accesos e reducirá o tempo de conexión entre o aparcadoiro e o centro da vila', confirmaba el alcalde, Antonio Mouriño. La estructura, que será acorde y respetuosa con el entorno en el que se va a ubicar, 'colocarase na parte alta do campo das Triguerizas, ao coincidir ademais co tramo onde a diferencia de alturas entre os dous espazos é menor', apuntaba el regidor local.
RESTRICCIÓN DEL APARCAMIENTO
Las obras, que se prolongarán durante las próximas semanas restringiendo el estacionamiento en una parte del parking, permitirán rehabilitar un vallado que fue construido en diferentes periodos para salvar el desnivel del terreno. Según la información que manejan desde el consistorio, la parte más antigua del muro se ubica en la zona alta del campo, coincidiendo con el cierre de los jardines donde se ubica la capilla mozárabe de San Miguel. Lo más probable es que la construcción de ese tramo del muro esté relacionada con las primeras fases de edificación del monasterio celanovés. Por contra, el segundo tramo, con piedras menos labradas y de peor calidad, se pudo realizar en el siglo XIX para salvar la altura entre las dos fincas.
El aparcamiento de As Triguerizas, ubicado en la parte trasera del Monasterio, fue acondicionado en 2009 gracias a la aportación de 411.475,93 euros del Fondo Estatal de Inversión Local. La intervención permitió urbanizar la pista de tierra en un aparcamiento gratuito al aire libre con capacidad para unos 180 vehículos.
