La recomendación de las autoridades rusas en la región Nizhnevartovsk de no enviar a los niños afectados por Chernobyl a veranear a Ourense ha sido ignorada por las familias. Sólo una menor, procedente de un orfanato, se ha quedado en Rusia.
Las risas y abrazos inundaron ayer el aeropuerto de Santiago con la llegada del vuelo procedente de Moscú (con escala en Madrid). Un total de 43 niños (15 veranearán en la provincia) afectados por la radiación tras el desastre nuclear de Chernobyl se reencontraban con sus familias de acogida gallegas tras 10 meses de espera. ¡Qué grande estas! y ¡cómo has crecido!, fueron las frases más pronunciadas tras la llegada del avión.
El recibimiento fue más emotivo, si cabe, para tres de las cuatro familias de acogida de A Gudiña, Bande, As Pías (A Merca) y Quintela de Leirado, de los niños procedentes de la región de Nizhnevartovsk. Durante la última semana han estado en contacto directo la Asociación Ledicia Cativa, que gestiona el programa de acogida, tras la recomendación de las autoridades rusas en dicha región de no viajar a España. Tres han podido viajar porque ha imperado la decisión de las familias. Por desgracia, la cuarta viene de un orfanato y el departamento de tutela no le ha dado el permiso para viajar, explicaba Mercedes Gil, la secretaria de la Asociación.
El recibimiento fue más emotivo, si cabe, para tres de las cuatro familias de acogida de A Gudiña, Bande, As Pías (A Merca) y Quintela de Leirado, de los niños procedentes de la región de Nizhnevartovsk. Durante la última semana han estado en contacto directo la Asociación Ledicia Cativa, que gestiona el programa de acogida, tras la recomendación de las autoridades rusas en dicha región de no viajar a España. Tres han podido viajar porque ha imperado la decisión de las familias. Por desgracia, la cuarta viene de un orfanato y el departamento de tutela no le ha dado el permiso para viajar, explicaba Mercedes Gil, la secretaria de la Asociación.
