Las altas temperaturas no mermaron la afluencia de fieles con motivo de las celebraciones religiosas en honor a la Virxe da Armada que ayer vivió su día grande en el santuario mariano de Rabal, en Celanova. Cientos de feligreses combatieron con abanicos y paraguas el sol abrasador que acompañó la misa al aire libre presidida por el Deán de la Catedral de Ourense, Serafín Marqués, además de los párrocos del Arciprestazgo celanovés dirigidos por Manuel Rodríguez.
Las celebraciones en el santuario, de gran devoción comarcal y que durante toda la novena acoge las peregrinaciones de fieles de las 52 parroquias celanovesas, arrancaron a primera hora con las misas en la basílica y la ambientación musical de la Banda de Celanova. El recinto del santuario albergará durante todo el fin de semana la parte pagana de las fiestas con atracciones infantiles, puestos de pulpo y churrasco y verbena con orquesta. Una sesión que ayer inauguraban Nevada y SuperT, mientras que hoy el turno será para el grupo Futuro.
