Calixto Bieito: 'La crudeza está en la realidad diaria que nos rodea'

Fotografía de un momento de la obra Lady Macbeth
photo_camera Fotografía de un momento de la obra Lady Macbeth

El director español Calixto Bieito considera que la crudeza forma parte de la vida cotidiana y está convencido de que lo más "radical, auténtico y controvertido" que plasma sobre el escenario no son las escenas sexuales o la violencia, sino el propio dolor y el amor.

"La crudeza está en la realidad diaria que nos rodea", señaló Bieito durante una entrevista con Efe, después de llevar su versión de la Lady Macbeth de Mtsensk a la Ópera de Amberes, una obra donde el español secuestra el claroscuro y el sentido trágico del barroco para encajarlo en el presente.

"La vida sí, es luz y sombra", reflexiona Bieito, quien ha sido presentado en la capital económica de Bélgica como el "enfant terrible" de la escena teatral contemporánea española, pese a que el autor asegura no sentirse en absoluto "terrible".

"Es una fórmula de publicidad que utilizan algunos medios o teatros para despertar la curiosidad del espectador", opinó Bieito, que también apuntó a que "el público belga no se escandalizó por las escenas sexuales, se mostró mucho más sensible a otro tipo de emociones y autenticidad que aparecen en el espectáculo".

La protagonista de la obra, Katherina, es una mujer "en un mundo corrupto, apocalíptico, violento, injusto lleno de crueldad donde el espacio para el amor es reducido", quien "responde con violencia a la brutalidad con la que el mundo la golpea", según Bieito.

La Lady Macbeth rusa deja de ser víctima para convertirse en verdugo cuando decide asesinar a su suegro y a su marido, presa de un intenso amor hacia el obrero Sergei y de un ansia frenética por liberarse de la opresión social a la que se ve sometida.

"No sé si el amor es el camino de la redención. Sé que me siento más humano o mejor cuando abandono esa sensación de Prometeo encadenado a las guerras interiores e intento descubrirme, compartir y comprender la mirada del otro", explica el director.

"Si algo le falta a esta sociedad es generosidad, altruismo y, por descontado, amor. Katherina vive una atmósfera opresiva donde el amor y la muerte es su única salida", añadió, además de subrayar que "es la única opción que conoce y quizás sea la única que tiene".

¿Es Lady Macbeth una llamada a la rebelión? "No lo sé", responde Bieito, aunque reconoce que en el escenario afloran sus propias rebeliones contra "las grandes lacras de la humanidad: la intolerancia, la injusticia social, la manipulación del pensamiento, el egoísmo, la codicia desmedida y la corrupción de la persona en su sentido más amplio".

"Aunque no creo que mis rebeliones sirvan para mucho", reflexiona el director, quien asegura que "no ha ideado la obra desde un punto de vista político, aunque tampoco puedo evitar -continúa- que afloren imágenes de la realidad más inmediata", como los antidisturbios que custodian el gulag en el que es recluida Katherina.

"Puedo intentar comprender el pasado, imaginar el futuro pero, sobretodo, como todos, soy una persona del presente y eso es lo que vivo y reflejo", reflexiona Bieito.

El director denuncia la responsabilidad del "poderoso que tiene las herramientas para crear una sociedad mejor" y sin embargo, carece de escrúpulos y oprime a los débiles.

"No todos los seres humanos son lobos, sino que hay lobos que han creado pequeños lobos, víctimas ignorantes, fáciles de manipular", asevera.

Castellano de nacimiento y catalán de adopción, el director solo muestra un "cierto pudor" cuando se le interroga sobre la situación política en España, una cuestión sobre la que considera "no poder hablar bien".

"Veo un Estado sin reconciliación, con muchas decisiones erróneas del pasado e incapaz de ofrecer soluciones de presente", consideró Bieito, que señaló que "España duele y entristece".

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