Vamos al encuentro de una exposición que es “La sombra de la luz” del faro del oriente provincial. La sala del reconvertido Hospital de peregrinos da Trindade en el complejo amurallado de Monterrei, que coordina el artista verinés Xosé Rivada das Ideas Fuxidas, alumbra con fulgor hacia el Val de Baroncelli y la tierra Tamagana. El ha reunido aquende a dos interesantes artistas de allende los puertos de A Canda y la Portela de Padornelo que traen obras no figurativas: Ricardo Gil Romaguera, en pintura acrílica sobre tela y cartón, y Joaquín Lloréns Santa, para quien el hierro no tiene secretos. Ambos, desde la coincidencia de su nacimiento en 1961, hablan en el amplio lenguaje del arte de progenie abstracta, con acentos diversos desde su formación, maestría de los medios plásticos y el saber ver de su corazón. La muestra supone además un plus cultural en la Euro-región Galicia-Portugal Norte y, en concreto, en la “Euro-ciudad Chaves/Verín” y sus territorios de influencia.
En los dos niveles del espacio expone los cuadros sobre mampostería irregular, lástima de enfoscado o del histórico encalado, tan adecuado... No obstante Gil Romaguera consigue que sus obras, acrílico sobre tela y cartón, alguna de su serie "Jardín Botánico", hablen desde las respectivas composiciones, digan su decir en el espacio fragmentado y regular en unos, nubes de color como campos cultivados desde su interior en otros, sensibilidad e intelecto unidos que se expresan en texturas y colores creando sensaciones. Es profesional de la banca, formado en Valencia, Escuela superior San Carlos de BB.AA. y la Politécnica. Participó en la IVª Bienal de Arte Ciutat Vella Oberta y en la importante Galería Cuatro de la ciudad. Vinculado al Colectivo Infinity Art, está actualmente en la colectiva '"Arte Vivo Interactivo'"de Ximo Tébar, su creador y promotor.
Con él, al alimón, está Joaquín Lloréns Santa. Escultor natural de Caudete/Albacete, trabajador desde la adolescencia en la rama del metal en un taller local, siendo su primera exposición en 2013. Desde su fragua de Vulcano, un no parar, alimentando sus sueños, siendo 2016 un año especial al conseguir en Valencia un 2º premio por “Máscara”, ¡que son tan tan en Verín…! Además, el primer premio en la Feria de artes plásticas de Crevillent (Castellón), y el de la Fundación Bancaja en el LXXII Concurso internacional “José Camarón” en Segorbe, Castellón, a lo que añadir la medalla de bronce IVª Bienal Valle de los Sueños, La Puebla de la Sierra-Madrid. En 2017 instala “Mediterráneo” en Cangas do Morrazo, Paseo marítimo das Esculturas, en el que está asimismo Xosé Rivada. Las obras de este escultor autodidacta desarrollan formas próximas a un minimalismo sui géneris, ecléctico, pintando a veces el metal, en rojo Ferrari, azul cobalto, blanco o amarillo, piezas que son láminas que parecen danzar con una barilla/bastón, formas en la que la curva es lo dominante, o propuestas rotundas de cuidadas formas susceptibles desde su concepto en ser desarrolladas. Hasta abril estuvo exponiendo “Cinco elementos” en Villena, Alicante. Ambos son artistas “que buscan los ángulos de la tranquilidad” (Battiato: Nómadas).
