El presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares, ha afirmado, que una de las funciones vitales de esta institución en sus veinticinco años de historia es haber hecho 'visible' el papel que la Cultura gallega desempeñó en la construcción de la autonomía.
'Ese fue su papel nuclear', reconoció Villares, y resaltó que, independientemente de la mayor o menor importancia de las actividades que realiza, el Consello da Cultura Galega (CCG) 'fue, desde el principio, el lugar de encuentro de instituciones y personas dedicadas a la Cultura. Esto creo que fue lo esencial'.
Organo asesor y consultivo que tiene entre sus funciones la de promocionar los valores culturales de Galicia, el Consello da Cultura Galega es una institución estatutaria, ya que su existencia viene determinada por el Estatuto de Autonomía de Galicia.
Según su presidente, el CCG 'pretende transmitir que es el lugar de encuentro de toda la Cultura gallega, y pretende hacerlo con una propuesta de futuro. Todo es posible si somos capaces de ponernos de acuerdo, de crear cultura, de imaginar país', opinó Villares.
A punto de concluir el programa organizado para conmemorar el XXV aniversario de este organismo, su presidente considera que los actos celebrados 'fueron un balance, pero también una propuesta para que la Cultura gallega dialogue con los grandes retos de hoy: la sociedad del conocimiento, la globalización, el multilingüismo, el cuidado de los bienes culturales, pero también para hacer una propuesta de confianza en el futuro'.
En su opinión, la Cultura 'ha pasado de ser un sector considerado como propio de escritores y de gente de letras para pasar a estar mucho más diversificada, con un gran peso económico; y eso es lo que tenemos que poner de relieve para prepararnos para el futuro'.
Villares afirma que los gallegos 'tenemos una cultura milenaria, un patrimonio extraordinario, una herencia que nos obliga estar a la altura', pero añade que Galicia debe 'conservar este patrimonio para darle utilidad y proyección en función de las necesidades que hoy se nos plantean'.
Así, precisa que 'este reto hace un cuarto de siglo no se nos planteaba, porque la Cultura era más restringida, tenía mucho más poder simbólico, un valor de casi de elite, pero hoy nos encontramos con otra realidad'. 'El CCG no sólo debe adaptarse a eso, sino que ha de contribuir a que, en la medida de lo posible, el sector cultural gallego pueda ir incorporándose en esa dirección'.
Sobre las peculiaridades de la Cultura gallega, el presidente del CCG opinó que todas las autonomías tienen su legado cultural, pero destaca que 'Galicia tiene una personalidad cultural que tuvo una expresión política distintas a otras autonomías'.
En este sentido, dijo que 'está claro que Galicia es una nación cultural y la Cultura desempeñó, en parte, la labor sustitutiva de esas carencias o limitaciones desde el punto de vista de la expresión política. Es la obra de muchos años de historia, y creo que la Cultura en sí y los hombres vinculados a ella desempeñaron una tarea esencial en la configuración de la autonomía'.
Ramón Villares cree que la etapa autonómica de Galicia ha sido un proceso de 'extraordinaria importancia'; 'hay muy pocas épocas históricas que se puedan comparar con la eclosión que supuso la autonomía', dijo.
Sin embargo, indicó que pese que la sociedad gallega 'es consciente de la riqueza que tiene, a veces no da los pasos suficientes para ponerla en positivo. No digo que ese patrimonio se eche por la borda, pero a veces percibo cierto desapego respecto a la Cultura. Nuestra obligación es llamar la atención sobre ella y poner en valor todo nuestro patrimonio cultural'.
A la hora de referirse a los desafíos a los que se enfrenta el Consello da Cultura Galega en el futuro, su presidente subraya la necesidad de incrementar la capacidad de asesoramiento de este órgano sobre las políticas culturales, tanto autonómicas como locales.
'Estamos en un proceso de elaboración de diagnósticos sectoriales de la cultura, ello permitirá diseñar mejores políticas culturales al que el CCG debe contribuir. Por tanto, su función debe ser convertirlo en un laboratorio de ideas para estas políticas', destacó.
Otro aspecto en el que debe incidir el CCG es, según Villares, el de 'testar' y 'evaluar' el resultado de las políticas culturales, un aspecto para el que, según indica, 'se necesita un gran consenso institucional'.
A su juicio, la Cultura 'debe seguir los mismos criterios que se aplican a otros sectores, como las obras públicas, la agricultura o la pesca. No es diferente, y, por lo tanto, debe someterse a criterios de escrutinio público y a la valoración de sus objetivos y resultados'.
Por último, Ramón Villares incide en el reto del CCG de contribuir 'a lograr una mejor imagen de país, una imagen-marca de Galicia, a través, principalmente, de la promoción de su Cultura en el exterior'.
Organo asesor y consultivo que tiene entre sus funciones la de promocionar los valores culturales de Galicia, el Consello da Cultura Galega es una institución estatutaria, ya que su existencia viene determinada por el Estatuto de Autonomía de Galicia.
Según su presidente, el CCG 'pretende transmitir que es el lugar de encuentro de toda la Cultura gallega, y pretende hacerlo con una propuesta de futuro. Todo es posible si somos capaces de ponernos de acuerdo, de crear cultura, de imaginar país', opinó Villares.
A punto de concluir el programa organizado para conmemorar el XXV aniversario de este organismo, su presidente considera que los actos celebrados 'fueron un balance, pero también una propuesta para que la Cultura gallega dialogue con los grandes retos de hoy: la sociedad del conocimiento, la globalización, el multilingüismo, el cuidado de los bienes culturales, pero también para hacer una propuesta de confianza en el futuro'.
En su opinión, la Cultura 'ha pasado de ser un sector considerado como propio de escritores y de gente de letras para pasar a estar mucho más diversificada, con un gran peso económico; y eso es lo que tenemos que poner de relieve para prepararnos para el futuro'.
Villares afirma que los gallegos 'tenemos una cultura milenaria, un patrimonio extraordinario, una herencia que nos obliga estar a la altura', pero añade que Galicia debe 'conservar este patrimonio para darle utilidad y proyección en función de las necesidades que hoy se nos plantean'.
Así, precisa que 'este reto hace un cuarto de siglo no se nos planteaba, porque la Cultura era más restringida, tenía mucho más poder simbólico, un valor de casi de elite, pero hoy nos encontramos con otra realidad'. 'El CCG no sólo debe adaptarse a eso, sino que ha de contribuir a que, en la medida de lo posible, el sector cultural gallego pueda ir incorporándose en esa dirección'.
Sobre las peculiaridades de la Cultura gallega, el presidente del CCG opinó que todas las autonomías tienen su legado cultural, pero destaca que 'Galicia tiene una personalidad cultural que tuvo una expresión política distintas a otras autonomías'.
En este sentido, dijo que 'está claro que Galicia es una nación cultural y la Cultura desempeñó, en parte, la labor sustitutiva de esas carencias o limitaciones desde el punto de vista de la expresión política. Es la obra de muchos años de historia, y creo que la Cultura en sí y los hombres vinculados a ella desempeñaron una tarea esencial en la configuración de la autonomía'.
Ramón Villares cree que la etapa autonómica de Galicia ha sido un proceso de 'extraordinaria importancia'; 'hay muy pocas épocas históricas que se puedan comparar con la eclosión que supuso la autonomía', dijo.
Sin embargo, indicó que pese que la sociedad gallega 'es consciente de la riqueza que tiene, a veces no da los pasos suficientes para ponerla en positivo. No digo que ese patrimonio se eche por la borda, pero a veces percibo cierto desapego respecto a la Cultura. Nuestra obligación es llamar la atención sobre ella y poner en valor todo nuestro patrimonio cultural'.
A la hora de referirse a los desafíos a los que se enfrenta el Consello da Cultura Galega en el futuro, su presidente subraya la necesidad de incrementar la capacidad de asesoramiento de este órgano sobre las políticas culturales, tanto autonómicas como locales.
'Estamos en un proceso de elaboración de diagnósticos sectoriales de la cultura, ello permitirá diseñar mejores políticas culturales al que el CCG debe contribuir. Por tanto, su función debe ser convertirlo en un laboratorio de ideas para estas políticas', destacó.
Otro aspecto en el que debe incidir el CCG es, según Villares, el de 'testar' y 'evaluar' el resultado de las políticas culturales, un aspecto para el que, según indica, 'se necesita un gran consenso institucional'.
A su juicio, la Cultura 'debe seguir los mismos criterios que se aplican a otros sectores, como las obras públicas, la agricultura o la pesca. No es diferente, y, por lo tanto, debe someterse a criterios de escrutinio público y a la valoración de sus objetivos y resultados'.
Por último, Ramón Villares incide en el reto del CCG de contribuir 'a lograr una mejor imagen de país, una imagen-marca de Galicia, a través, principalmente, de la promoción de su Cultura en el exterior'.
