'Delta Machine Tour' es el nombre de la gira que llevó el miércoles a Barcelona a Depeche Mode, pioneros del tecno que demostraron que mantienen todos los engranajes engrasados tras más de treinta años de uso.

El regreso de Depeche Mode

El cantante Dave Gahan, el pasado miércoles en Barcelona. (Foto: MARTA PÉREZ)
Tras un pequeño paréntesis navideño, los británicos volvieron a la carretera y lo hicieron en el Palau Sant Jordi de Barcelona, un espacio con capacidad para 18.000 personas que registró lleno total, con las entradas agotadas hace días. El cantante Dave Gahan, que parece haber vendido su alma al diablo a cambio de la vida eterna, apareció sobre el escenario pletórico y dando vueltas como una peonza, sin rastro de la grave enfermedad que le obligó a interrumpir la anterior gira.
Dave Gahan, Andrew Fletcher y Martin Gore salieron a escena acompañados de dos músicos más y alternaron los temas de su último disco 'Delta Machine' con algunos de sus 'hits' más conocidos.

Fieles al patrón que se viene repitiendo en todos los conciertos de la gira, el espectáculo comenzó con 'Welcome to my world', una canción de su último disco, con toques de electrónica industrial.

Un público entregado y con muchas ganas de bailar acogió con gritos de alegría los primeros movimientos de cadera de Gahan y celebró los acordes de 'Walking in my shoes', el tercer tema del concierto y el primero que coreaba el público. Sensual y elegante, Gahan cantó y bailó 'Angel', 'Precious', 'Black Celebration' y 'Policy of truth', antes de darse un respiro y pasar al testigo a Martin Gore, que interpretó versiones acústicas de 'Slow' y 'But not tonight'.

El público, mayoritariamente entrado en la treintena y la cuarentena, aplaudió con sinceridad la interpretación de Gore, pero también festejó el retorno al escenario de Gahan y bailó con ganas 'Behind the wheel', 'Pain that I'm used to' y 'Question of time'.

Pero el momento álgido del concierto que hoy se escenifica en Madrid llegó con 'Enjoy the silence' y 'Personal Jesus', dos temas que los músicos alargaron para dejar volar a los presentes.

La traca final contó con el temazo 'Just can't get enought' (1981), así como una épica interpretación de 'Halo', un lisérgico 'I feel you' y un participativo 'Never let me down' con todo el Palau Sant Jordi moviendo los brazos al unísono.

La maquinaria está perfectamente engrasada y preparada para seguir camino hacia Madrid, Montpellier, Lyon y donde haga falta.

Te puede interesar