La pasada noche de Santos Inocentes estaba dispuesto a apagar mi ordenador y dirigirme a mi habitación cuando de repente la publicación de facebook de una amiga entró en mi muro
La pasada noche de Santos Inocentes estaba dispuesto a apagar mi ordenador y dirigirme a mi habitación cuando de repente la publicación de facebook de una amiga entró en mi muro. En el contenido de ese texto aparecía la frase RIP Lemmy acompañando una foto del mítico bajista de los Motörhead. Un escalofrío recorrió mi cuerpo en ese instante, aunque al momento pensé "fijo que es una inocentada". Acto seguido me puse a recorrer distintas webs y publicaciones online, y la noticia se fue confirmando, el jodido Lemmy Kilmister había fallecido a causa de un agresivo cáncer, no me lo podía creer.
Esa misma tarde, hablando con un amiguete llegado de Barcelona habíamos estado comentando que gente como Lemmy o Ozzy aún seguían en pie después de toda la caña y mala (o buena) vida que habían llevado. Habíamos concluido que esa gente y lo que consumían estaban hechos de otra pasta, algo especial que solo aquellos mitos y leyendas del rock and roll pueden saber.
Lemmy Kilmister, mítico fundador de Motörhead y una de las fíguras más importantes en la historia del rock. Nació en Staffordshire, Inglaterra el 24 de Diciembre 1945 y fue uno de los millones de personas, que decidió dedicarse a la música, tras presenciar un concierto de los Beatles en la década de los sesenta. Durante su camino, Lemmy formó parte de varias bandas, como Hawkwind, donde cantaba la canción más exitosa del grupo, “Silver Machine”. Los demás integrantes del grupo consumían drogas psicodélicas “suaves” como marihuana, peyote, LSD. En cambio Lemmy era mucho más afecto de las drogas “duras” como la cocaína, anfetaminas y el cristal.
Nuestro querido Lemmy también trabajó como roadie de Jimi Hendrix, hasta que en 1974 se convirtió en vocalista, bajista y principal compositor de Mötorhead, lanzando veinte discos de estudio y vendiendo más de 30 millones de discos en todo el mundo, inspirando con su música a grupos como Metallica, Guns N Roses y Foo Fighters.
Su apodo, (que hoy en día es más que su propio nombre) se debe a que durante su juventud, solía pedir dinero a la gente para poder seguir jugando en las máquinas tragaperras, con la frase “lemme have a few quid”.
Ayer su llama se apagó pero su legado y recuerdo quedará para siempre, nunca olvidaré cantar el "Overkill" a todo trapo en el FAR, pinchar en el Moruno y en el Minibar el mítico "Ace of Spades" o no parar de cabecear con el "Eat the Rich" en El Patio Andaluz, por eso puedo decir que Lemmy nunca morirá, su música y su actitud siempre estará con nosotros, "Born to lose, Live to win".
