Las cartas que la gran duquesa Olga, hermana del zar Nicolás II de Rusia, escribió a su hermana Xenia para interesarse por su situación durante la Revolución Rusa (1917) saldrán a la venta en la Feria de Arte y Antigüedades de Londres que se celebra del 5 al 14 de junio.
Según informó la organización, el filatélico y coleccionista británico Argyll Etkin pondrá en el mercado sesenta cartas que la duquesa Olga escribió a su hermana entre 1916 y 1920 y que reflejan cómo este miembro de la familia imperial rusa vivió los momentos previos y posteriores a la revolución que convirtió al país en un Estado comunista.
Las misivas, escritas en inglés para escapar al control de las autoridades rusas, comienzan en la primavera de 1916, cuando Olga trabaja como enfermera en un hospital de guerra en Kiev y consigue anular su infeliz matrimonio con el príncipe Pedro de Oldenberg.
Casada en segundas nupcias con el plebeyo ruso Nicolai Kilikovsky, su distanciamiento de la familia imperial le permitió escapar de las iras de los revolucionarios, pero no le impidió sufrir profundamente al ver cómo su familia era perseguida y ejecutada.
Las cartas más dramáticas datan de enero de 1917, cuando la duquesa relata su último encuentro con el zar antes de ser ejecutado e intuye ya el fatal destino de su hermano.
Hacia 1919, los escritos adquieren un cariz dramático cuando la duquesa muestra su incertidumbre ante la desaparición del zar y recomienda a su madre y a su hermana que abandonen el país ante la llegada de los bolcheviques al poder.
La última misiva, fechada en febrero de 1920 y firmada por la duquesa refugiada, contiene una profunda reflexión: He llegado a la conclusión de que cuanto menos tiene una persona, más feliz es.
La duquesa vivió exiliada en Canadá hasta su muerte en 1960.
Además de estas cartas, en la feria de antigüedades se pondrán en venta varias joyas diseñadas por conocidos artistas del siglo XX como Dalí, Man Ray o Louise Bourgeois.
Entre ellas destaca un colgante de oro de 23 quilates diseñado por el francés Francois Hugo bajo la dirección de Pablo Picasso en 1972, seis meses antes de la muerte del genial malagueño.
Las misivas, escritas en inglés para escapar al control de las autoridades rusas, comienzan en la primavera de 1916, cuando Olga trabaja como enfermera en un hospital de guerra en Kiev y consigue anular su infeliz matrimonio con el príncipe Pedro de Oldenberg.
Casada en segundas nupcias con el plebeyo ruso Nicolai Kilikovsky, su distanciamiento de la familia imperial le permitió escapar de las iras de los revolucionarios, pero no le impidió sufrir profundamente al ver cómo su familia era perseguida y ejecutada.
Las cartas más dramáticas datan de enero de 1917, cuando la duquesa relata su último encuentro con el zar antes de ser ejecutado e intuye ya el fatal destino de su hermano.
Hacia 1919, los escritos adquieren un cariz dramático cuando la duquesa muestra su incertidumbre ante la desaparición del zar y recomienda a su madre y a su hermana que abandonen el país ante la llegada de los bolcheviques al poder.
La última misiva, fechada en febrero de 1920 y firmada por la duquesa refugiada, contiene una profunda reflexión: He llegado a la conclusión de que cuanto menos tiene una persona, más feliz es.
La duquesa vivió exiliada en Canadá hasta su muerte en 1960.
Además de estas cartas, en la feria de antigüedades se pondrán en venta varias joyas diseñadas por conocidos artistas del siglo XX como Dalí, Man Ray o Louise Bourgeois.
Entre ellas destaca un colgante de oro de 23 quilates diseñado por el francés Francois Hugo bajo la dirección de Pablo Picasso en 1972, seis meses antes de la muerte del genial malagueño.
