Cuatro meses después de lograr el histórico ascenso a Primera Federación, los aficionados del Club Deportivo Arenteiro pudieron disfrutar del primer partido en la tercera categoría del fútbol nacional.
El estreno fue en Tarragona, donde los verdes se encontraron a un Nàstic con pasado reciente en Primera División. Más de 1.000 kilómetros separan Carballiño de la Costa Dourada, donde se jugó el partido. Es por ello que los seguidores del Arenteiro tuvieron que ver el partido desde las pantallas del ordenador previo pago del abono a la plataforma.
Muchos de ellos optaron por ver el encuentro en las cafeterías de la villa de Orcellón, las cuales anoche se tiñeron de verde. Era un día para recordar y aunque al principio hubo algún susto porque no se veía el partido en la web que tiene los derechos, finalmente todo se solucionó. Cuando se recuperó la emisión prácticamente coincidió con el gol del Nástic de Tarragona, lo que cayó como un jarro de agua fría.
Los de Javi Rey se dieron cuenta muy pronto que en la Primera Federación nadie perdona. Pese al tanto de los granotas, los aficionados del Arenteiro no se vinieron abajo y siguieron creyendo en su equipo, que jugaba en tierras catalanas bajo un incesante manto de agua, un clima muy diferente al que había en O Carballiño, más propio del verano.
La primera parte del partido entre el Nàstic y los verdes coincidió con la segunda del favorito Deportivo y el Majadahonda. Los herculinos no fueron capaces de pasar del empate sin goles, un aviso a navegantes de cómo es la Primera Federación.
La segunda parte se vivió con más intensidad y durante los últimos diez minutos más de uno se levantó del asiento, sobre todo con el disparo desde la frontal de Pibe que casi supone el empate.
Al final, derrota por la mínima y ya toca pensar en la siguiente jornada, la que supondrá el estreno de Espiñedo en la competición. En esta ocasión no será necesario ver el partido por el ordenador o en un bar, puesto que el templo verde está preparado para acoger a los seguidores que acudan a presenciar el duelo entre los locales y el Logroñés.
Ayer, tan solo fue el inicio de una temporada que será para recordar en Carballiño y de la que toca disfrutar de codearse con “grandes” como el Deportivo, Lugo, Ponferradina… y un largo etcétera.
A pesar del inicio, la ilusión continúa intacta y a buen seguro de que se vienen tardes y noches mágicas en Espiñedo para unos aficionados que llevaban desde el año 1958 esperando a estar prácticamente en la élite del fútbol nacional.
Todavía queda mucho por disfrutar y por soñar en Carballiño.
