El Viña do Campo y el Bosco Salesianos tienen en las lesiones un hándicap que no les permite rendir a su verdadero nivel
No corren tiempos fáciles para los equipos ourensanos que militan en la Primera división de baloncesto, el Viña do Campo y el Bosco Salesianos.
Ambos conjuntos sumaron una derrota en sus respectivos encuentros ante Porriño y Noia.
En el caso del debutante en la competición, el Viña do Campo, la adptación a la categoría está siendo realmente dura. Con una victoria en tan solo cuatro encuentros, el técnico del equipo, Ramón González, considera que "entre las lesiones, los jugadores que no pueden ir a jugar por temas laborales y las dificultades para reunir a gente para entrenar se nos está complicando todo un poco. Sabíamos que jugar en primera sería mucho más complicado pero con todas estas cosas se nos pone cuesta arriba".
Consciente de lo que necesita el equipo para subir puestos en la clasificación, el técnico artífice del ascenso cree que al equipo le falta "un puntito físico y de agresividad sobre la cancha para poder disputar los encuentros hasta el final. Está claro que con lo del año pasado no nos llega. Es una competición muy exigente y tenemos que mejorar".
En una situación semejante se encuentra el Bosco Salesianos de Chema Royo. Con una victoria más que los de Ribadavia, los ourensanos marchan sextos después de caer ante el Noia a domicilio (71-60).
También mermado por la marcha de jugadores importanes y varias lesiones, especialmente por la del interior jienense Manu de la Casa, el equipo ourensano intenta encontrar la tranquilidad clasificatoria con minutos para los junior de la base del club, principal objetivo de este conjunto.
La próxima jornada el Bosco viaja a Porriño mientras que el Viña do Campo solicitó un aplazamiento.
