Rúa y Maside han pasado de ser carne de Segunda a mirar con más realismo la permanencia

Borrando poco a poco las penurias

Gele, del Celanova, parece salir volando con el balón, perseguido por el barquense Abel.
El crédito que ha recuperado el Rúa, cuatro victorias consecutivas, en esta segunda parte de la Liga lo ha conseguido también un Maside, tras seguidas, que abandonó su condición de colista y comienza a ver con claridad el final del túnel. Sueña con mantener una categoría que no hace mucho estaba condenado a perder.
Mientras el Peroxa sigue fortaleciendo su liderato y sus perseguidores deben partirse el pecho para ocupar la otra plaza de ascenso, otros equipos como Rúa y Maside han conseguido poco a poco salir del ostracismo y alejarse del fantasma del descenso. Los rueses, que no lograban cuatro triunfos seguidos desde la temporada 2003-04, cuando llegó a sumar siete en aquella primera vuelta, está más cerca de la zona templada de la tabla. Y los masidaos, que abandonaron diez jornadas más tarde los puestos de descenso directo, encadenaron tres victorias y cinco partidos sin perder.

La cara opuesta la están padeciendo el Paderne, que ya es colista con la rémora de 11 partidos sin ganar, y el Barbantes, que desde la tercera jornada vuelve a ser carne de Segunda.

Si bien el Manchica salvó un punto en su visita a Paderne, se pone a dos del descenso directo, en tanto el Atlético Vilamarín rompió una serie de tres derrotas seguidas y 340 minutos sin gol.

Reyes del empate

El Velle, rey del empate, ve positivo el undécimo logrado ante el Nogueira, que borró los últimos tres reveses y 305 minutos sin gritar goles. En cambio, su rival, que encadenó la quinta jornada sin victorias, obtuvo cuatro empates en ese lapso de tiempo.

En San Rosendo, el Celanova salió más beneficiado con el reparto de puntos porque la derrota del Polígono le deja a un punto de los industriales, con los que se medirán el próximo domingo en un duelo tan apasionante como el Allariz-Peroxa.

El Ramirás se sigue atascando a domicilio, con sólo dos puntos en las últimas siete salidas, siendo su último triunfo un 0-1 en Paderne el 11 de noviembre.

Tampoco anda fino el Vilariño a domicilio, un punto en los últimos cinco desplazamientos y además registra tres derrotas seguidas en la Liga.

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