El equipo entrenado por David Monreal se llevó de forma clara el derbi ante el Universidade de Vigo con un XV sin varios de sus jugadores de referencia
El Campus Ourense Coosur dio un golpe en la mesa en la fría tarde de ayer, imponiéndose al Kaleido Universidad de Vigo por un contundente 29-10.
Un resultado que crece en valor por el alto número de bajas de los de David Monreal, que con un XV con jugadores poco habituales, demostró que puede competir con todos los equipos de la División de honor B.
Un partido especial para el técnico ourensano (se medía a su exequipo) que no comenzó de la mejor de las formas. Desde la patada inicial los vigueses marcaron una asfixiante presión sobre el juego del Campus que hacía que los locales no pudiesen salir de su propio campo aunque sin generar excesivo peligro.
Muy superiores en las primeras touch, los visitantes terminaron recibiendo el premio en el sexto minuto de juego, instantes después de que el colegiado les anulase un ensayo. Una buena circulación de balón del Kaleido a la salida de una melé a escasos dos metros de la línea de ensayo terminó con Adolfo Rodríguez inaugurando el marcador que no ampliaron con al errar al transformación (0-5).
El ensayo pareció espolear a los chicos del Campus, que lentamente fueron recuperando metros y entrando en el partido. Primero acortaron distancias con un golpe de castigo cerca de la línea de 22 que el retornado Moi no tuvo problema para anotar y siete minutos después, con el primer ensayo de la tarde, obra de Guille.
El internacional sub-20 lalinense tiró de fuerza para sumar cinco puntos al marcador, que finalmente fueron siete con la transformación de un entonado Moi.
A partir de ese momento el Campus se liberó de la presión y a partir de ahí es cuando llegaron los mejores minutos de juego.
Jason Harvey, uno de los jugadores más talentosos de la competición, se sacó de la chistera un precioso ensayo en el minuto 24 tras arrancar desde prácticamente el medio del campo e irse de seis jugadores rivales con una agilidad propia de una categoría superior. Nueva transformación de Moi y primeras sonrisas en la grada (17-5).
Antes de irse al descanso aún hubo tiempo de un nuevo ensayo. Tres minutos después de la expulsión del ourensano Abreu por roja directa cuando ejercía como linier, Justin, con una internada por el ala derecha, completó una buena jugada de Marston, que sigue mostrando una cojera ostensible. En esta ocasión Moi no anotó, llegando al término de los primeros 40 minutos de juego con un esperanzador 22-5.
Tras el paso por los vestuarios, el Universidad de Vigo volvió a tomar el pulso al partido. Más agresivo que los ourensanos y con mayor poder físico, los vigueses acorralaron a un Campus que comenzaba a pagar el esfuerzo.
Al igual que en el primer tiempo, antes de los diez minutos el Universidad de Vigo acortó distancias por medio de Filgueira.
El ensayo no fue más que un espejismo en forma de cinco puntos que se transformó en control del juego la zona central sin excesivo peligro.
Y en medio del juego trabado el Campus sacó petróleo. Un grave error en el pase a la mano del Kaleido en el centro del campo permitió que Marston recuperase el balón, enlazando una jugada con su compañero Harvey, que hizo su segundo ensayo de la tarde entre palos.
La transformación de Moi (29-10) cerró un encuentro que hace escalar al Campus hasta la sexta plaza tras un partido notable que debe dar alas a los ourensanos.
