La Vuelta llega a Ourense dos años después y lo hace con una etapa que termina en Luintra y con un trazado que promete emociones fuertes
Era un compromiso que estaba encima de la mesa desde el año 2016. "La Vuelta volverá a Ourense" decían tanto organizadores como clase política. Dos años después, el mayor espectáculo del ciclismo en España (y uno de los tres en el Mundo) regresa a la provincia. La Ribeira Sacra volverá a lucir, con Luintra como fin de fiesta. Para llegar ahí, los ciclistas tendrán que superar 207,8 kilómetros de un trazado duro, exigente y que se le puede atragantar a más de uno. Los numerosos aficionados ourensanos disfrutarán de un espectáculo deportivo (y más allá) que salpicará diferentes puntos del mapa provincial.
La salida, programada a las 12:04 horas, tendrá lugar desde el municipio zamorano de Mombuey. El pelotón cruzará a Ourense por A Vilavella encarando el tramo más exigente de la etapa. A Gudiña, Viana do Bolo, Trives, Castro Caldelas... hasta llegar a Luintra, alrededor de las 17:30 según el horario previsto. Como en 2016. Tres puertos de tercera categoría y otro más de segunda para un trazado que puede dar disgustos a más de uno. Y si el calor aparece, a más de unos cuantos.
Algo importante cuando, pasada una semana y media de carrera, hay tantos candidatos al subirse a lo más alto del podio en Madrid el 16 de septiembre. El que lleva el maillot rojo de líder, no puede tener un mejor recuerdo de Luintra. Hace 24 meses ganó en tierras ourensanas la primera gran etapa de su palmarés. ¡Cómo para olvidarlo!
Pero deberá tener cuidado. A su alrededor acechan ilustres del pelotón como Alejandro Valverde, Nairo Quintana o Fabio Aru, con ganas de enfundarse la prestigiosa "maglia roja" y descartar a algún adversario.
Los aficionados ourensanos, siempre respetando las normativas de seguridad marcadas, tendrán que acudir a las carreteras con suficiente antelación para evitar cortes y desvíos. Superado ese trámite, solo queda que disfruten de "la serpiente multicolor". Cantidad y calidad vuelven a Ourense en su máximo esplendor.
Baterías de móvil y cámaras cargadas, obligatorio no perder de vista una buena sombra por si acaso (ni el paraguas) y preparados para formar parte de una fiesta ciclista que se enamoró una vez de Ourense y que quiere mantener el idilio. Hoy es el día para que la provincia se luzca.
