El error de Kale

Durante la semana padeció una gastroenteritis que lo dejó sin fuerza pero incapaz de apearlo de los entrenamientos. Mejoró el jueves y el viernes fue titular. Empezó gustándose con un mate soberbio y dominando las zonas.
En la segunda mitad, dos faltas y una técnica injustificable lo sacaron del partido. Su error invirtió el peso en la balanza. Grave y pudo ser decisivo.

La expulsión de Jonathan Kale queda en la retina de un partido que el COB dominó a placer y que cambió desde ese momento. No sólo por la aportación del pívot marfileño, si no por la limitación de su equipo desde entonces. Porque la movilidad de Navajas, Mesa y Lorenzo impedía que Carter tuviese minutos y eso condenó a Iván García y a Roberto Morentin a jugarlo todo.

Demasiado lastre con el paso de los minutos. El cansancio influyó en algún error de peso de Iván García que condiciona la valoración final de su partido. Y en un Morentin al que el aro le fue subiendo de altura y la pista aumentando de distancia hasta hacerle fallar una bandeja decisiva o no llegar a algún rebote clave. Decisivos pese a ello.

El COB pagó la expulsión de Kale poniendo en riesgo un partido que mereció ganar sin objeciones pero al que más marca, sin duda, es al propio Kale.

El pívot puso de su parte un verano más para regresar a Ourense y si un jugador tiene un plus de ilusión y ganas porque su club firme por fin una buena temporada en la LEB Oro ése es él. Kale está implicado con el proyecto como si fuese 'de la casa'. Por eso el pobre partido de Burgos lo condicionaba a tener más ganas aún de resarcirse en Pamplona. De ahí que el viernes ante el Huesca saldrá a pecho descubierto y pensando en destrozar al rival para demostrar a su manera que él es el alma de este equipo. A su manera, trabajando duro en la pista cada entrenamiento y en cada partido.

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