Héctor Otero, entrenador de Barco, reconoce que “hay que ponerse el mono de trabajo en todos los campos y ser humildes, no hay partido sencillo”
El único equipo ourensano que ha logrado la victoria en lo que va de liga es el Barco, que la pasada jornada se impuso 3-1 al Alertanavia. Es el primer triunfo del joven entrenador Héctor Otero (Ourense, 1993), que esta temporada se estrena en el banquillo de Calabagueiros: “Fue un partido completamente diferente al de la primera jornada, es cierto que era otro rival, pero la propuesta del Alertanavia era muy similar a la del Juvenil. Nosotros aprendimos de los errores en Ponteareas y corregimos ciertas lagunas que habíamos tenido, no nos precipitamos y evitamos que nos pudiera la ansiedad de querer ir hacia arriba sin orden ni concierto. Ahora toca crecer a partir lo realizado en casa”.
También hizo hincapié en el hecho de que “aunque las sensaciones son positivas, hay que saber que aquí la historia cambia mucho cada semana, por lo que no podemos confundirnos y tenemos que seguir trabajando y evolucionando”.
Otero, que es graduado en INEF, asumió las riendas del Barco después de haber estado varias campañas como ayudante y preparador físico de Javi Rey, y de entrenar en equipos de base, ahora asume el puesto de entrenador principal sénior como “un aprendizaje constante, empecé con una idea y cada semana que pasa esa idea se mantiene, pero se van sumando matices. Hay que ir amoldando las piezas y a partir de ahí dar herramientas para ser más completos. Cada semana que pasa me llevo una lección, ya sea con una victoria o con una derrota”.
El técnico del conjunto valdeorrés incorporó este verano a su staff a su hermano pequeño Marcos como preparador físico. “Quería tener a alguien de confianza en mi cuerpo técnico y qué mejor que mi hermano, además, confío plenamente en su trabajo, ya estuvo ejerciendo como preparador físico en el Cented y las referencias que me dieron fueron muy buenas. Yo también fui preparador físico, así que lo puedo orientar. Estoy muy contento con su trabajo, la gente está encantada con él y tengo claro que ha sido el mejor fichaje que pude haber hecho”.
Tras descender de Tercera, el Barco está llamado a ser uno de los equipos a estar luchando por los puestos de privilegio de la liga, aunque Héctor Otero subraya que “empiezo a ver como va ésto y muchos equipos que tienen una gran plantilla, incluso con 7 u 8 jugadores de Tercera, prefieren ir de tapados y meternos la presión de favoritos a nosotros. La gente que dice que tenemos que arrasar a todos, posiblemente, no controlen a los equipos de Preferente. Continúo con el mismo discurso de la pretemporada, hay que ser humildes e ir partido a partido, aunque sabemos de la exigencia y responsabilidad que tenemos, la cual no la eludimos. Tenemos que salir a todos los campos al 200 por ciento, fuera de casa no va a haber ningún partido fácil y hay que ponerse el mono de trabajo en todos lados. Es cierto que en casa tenemos otra energía y eso se nota”.
Tanto Otero como el Barco intentarán ir evolucionando en un curso que se presenta exigente.
