Hace una semana el delantero Íker, del Ribadavia, se lamentaba por el penalti fallado ante el Melias y que privó a su equipo de una victoria. Pero el pichichi de la liga, con 17 goles, encontró su revancha ante su afición y abriendo el marcador desde los once pasos ante un Sporting Carballiño que no encontró la manera de sorprender a su anfitrión.
Tras el 1-0, los locales dispusieron de dos ocasiones para aumentar y ambas malogradas por el propio Íker en sendos mano a mano con el portero Gorka.
En la segunda parte despertó el conjunto sportinguista y encontró el camino del empate en una centro de Champi que remató Martín Pérez entrando por el segundo palo. Era el 1-1 y pudo ponerse por delante, pero apareció en escena la veteranía y los reflejos del portero Pablo, con dos tremendos paradores ante sendos disparos de Camba y Champi.
Sin embargo, en un espacio de dos minutos, el Ribadavia se encomendó a su atacante Íker para encarrilar su segunda victoria en O Xestal. Primero recogió un balón muerto y solo ante Gorka definió a un lado para poner el 2-1. Casi sin terminar de celebrar su nuevo tanto, Íker marcaría un ‘hat trick’ luego de una gran anticipación para plantarse delante del cancerbero visitante y sellar el 3-1.
El Sporting Carballiño, como un león herido, se fue hacia adelante con los riesgos que eso suponía, pero en el cierre del encuentro se produjo una falta lateral que la ejecutó Íker y Diego Viñas, en su intentó por despejar el balón, acabó introduciendo el esférico en su portería para el 4-1 definitivo.
De esta manera, los ribadavienses aparcan una racha de tres jornadas sin ganar y agudizan el mal momento por el que atraviesa el conjunto de Mindo Surribas tras encajar su cuarta caída seguida.
