BALONCESTO

"La medalla de plata me sabe a oro"

Ourense. 3-08-2016. Fotos entrevista pivot ourensana Paula Ginzo. Paz
photo_camera La ourensana Paula Ginzo, en Os Remedios, con los cinco metales conseguidos con la selección española.

La jugadora ourensana termina su etapa en el Siglo XXI de Barcelona con dos títulos europeos, un subcampeonato y un bronce en tan solo cuatro años

La mayoría de edad apenas ha llegado a la vida de Paula Ginzo y el palmarés que atesora ya es abrumador. Dos veces campeona de Europa (sub 16 y sub 18), un subtítulo y un tercer puesto, además del bronce en el pasado Mundial de 3x3 sub18 de Kazajistán, son el bagaje de una jugadora de baloncesto que dejó el Carmelitas de Ourense con 14 años y ahora, con 18, afronta un futuro tremendamente prometedor una vez terminado su paso por el Siglo XXI de Barcelona, probablemente, una de las mejores canteras del país.

Después de cuatro años en Barcelona y una trayectoria en categorías de formación envidiable, ¿Cuál es el balance de esta etapa? 

Ha sido una experiencia muy positiva. Ahora, con el paso del tiempo veo que la decisión que tomé con mis padres fue la correcta. Creo que vivir lejos de casa desde tan joven me ha servido para mejorar, no solo a nivel deportivo, sino como persona. No lo cambiaría por nada.

Cuatro años llenos de éxitos, con medallas en todos los campeonatos en los que has participado y cada vez más importante en el Siglo XXI de Liga Femenina 2. ¿Qué ha cambiado en Paula Ginzo en todo ese tiempo? 

Sin duda el gran cambio ha sido en la transición de la selección sub-16 a sub-18. Ahí evolucioné como jugadora y aprendí a ser importante en el equipo. Entendí qué es lo que debo y no debo hacer dentro y fuera de la cancha como jugadora y la evolución se ha plasmado en mi juego.

Tras proclamaros campeonas de Europa en 2015 ante Francia, este año las galas se tomaron la revancha. ¿Cómo lo viviste dentro de la pista? 

He perdido bastantes veces partidos menos importantes y me fastidiaron más que este. En la final del Europeo de este año se vio que las francesas eran mejores que nosotros. Está claro que me cayó la lagrimilla al llegar al vestuario, pero la verdad es que terminamos el campeonato muy contentas de nuestro papel. 

¿Es la medalla que más valoras?

Sin duda. Es una medalla de plata que me sabe a oro. En esta concentración me sentí muy importante y vi que podía ayudar al grupo. Personalmente creo que ha sido el Europeo en el que más unidas estuvimos, trabajamos como equipo desde el primer momento y se notó en cada partido.

Además, fuiste la capitana y referente en muchos momentos de la selección, especialmente en cuartos de final y semifinales... 

Sí, la verdad es que este año me tocó tener los galones del equipo y acepté. Creo que me va la marcha (se ríe). Es cierto que a mitad de campeonato bajé un poco de rendimiento pero cuando llegaron los cruces hice todo lo que estaba en mi mano. A la final llegamos muertas físicamente y lo pagamos, pero no hay nada que hacer, ellas (las francesas) fueron mejores.

Fin del instituto, cubierto el trámite de la selectividad y tras el varapalo que supuso la exclusión del UCAM Murcia de la Liga Femenina 2, equipo por el que habías firmado, ¿hacia dónde te llevará el baloncesto este año?

A un lugar en el que pueda seguir estudiando, que es lo importante, como me dice mi padre (vuelve a reírse). Lo de Murcia ha sido una decepción tremenda, me llamaron del club pidiéndome disculpas por lo sucedido y dejamos la puerta abierta a juntar nuestros caminos en el futuro. Yo quería unirme al UCAM porque su proyecto deportivo era muy bueno pero son cosas que pasan. En estos días decidiré en qué equipo jugaré pero será en Madrid. Allí hay la carrera de criminología y varias alternativas, solo falta decidir el equipo.

¿Seguir en Liga Femenina 2 después de tres buenas temporadas en el Siglo XXI con buenos números es lo más sensato? 

Pienso que sí. Tengo 18 años y en principio mucha carrera por delante. Tuve dos ofertas de Liga Femenina e incluso unas cuantas de Liga Universitaria en Estados Unidos (NCAA) pero decidimos que lo mejor es ir paso a paso y cubriendo etapas de forma ordenada. 

Aún así, antes del Europeo tuviste tiempo de volver a vestir la camiseta del Carmelitas durante un fin de semana, ¿cómo fue volver a la que fue tu casa?

Me hizo muchísima ilusión. Volver a jugar con el Carmelitas, un equipo que me ha dado tanto...me sentí como una niña con un caramelo, fue algo muy especial poder ayudar al equipo a conseguir la victoria en la concentración sub-22 de Ourense.

Ese equipo, el Carmelitas, ¿hasta qué punto ha sido clave en tu carrera?

Fue el principio de todo. Vaquero fue para mí clave. Recuerdo que terminaba cada entrenamiento odiándolo, me daba muchísima caña y estaba encima de mí todo el rato, pero con el tiempo me di cuenta de que era porque veía potencial. También recuerdo con cariño a Analén de mi época en Salesianos, son dos entrenadores que me marcaron el camino.

Con Paula Ginzo como referente, parece que el baloncesto femenino comienza a repuntar, con otras dos jugadoras de base ourensanas en las selecciones nacionales, Raquel Carrera y Clara Prieto. ¿Se ha encontrado el camino para trabajar con la cantera?

Está claro que algo se está haciendo bien. Ourense es una ciudad muy pequeña y tener a dos niñas despuntando en las selecciones quiere decir que el camino es el correcto. Están empezando y es importante que sigan trabajando para conseguir los objetivos que se propongan en el baloncesto.

Por último, ¿Cuál es la próxima parada?

A final de mes me incorporaré a la pretemporada de mi equipo y si me autorizan participaré en el Europeo de 3x3 de Italia en el mes de septiembre. Todavía me falta conocer a mis compañeras, pero pienso que podemos hacer algo importante.

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