El equipo pabellonista asumió su descenso matemático tras caer con el Val Miñor y afronta sus últimas cuatro semanas en la División de Honor juvenil
El pitido final del árbitro el pasado domingo certificó el descenso matemático del Pabellón a Liga Nacional. El equipo lo recibió sin dramas. Era algo que estaba asumido, al margen de que la calculadora lo hiciese oficial.
Los blanquiverdes cayeron ante el Val Miñor por 0 a 3 en un partido que dejó un mal sabor de boca. Con todo muy igualado, el resultado y el juego, una expulsión evitable desniveló la balanza. "Fue la jugada que cambió todo. Justo en el descanso hablamos de que el partido lo ganaría el que no cometiese un error. Y lo cometimos nosotros. Decisivo", afirma el entrenador Guillermo García.
Queda justo un mes para el término de la competición. Cinco partidos. Un menú variado ante rivales que no se juegan la permanencia, otros que ya están en tierra de nadie o uno, ante el Celta, que estará luchando por el título. Los pequeños objetivos del Pabellón pasan por terminar dando una buena imagen, pensar en el curso que viene con el protagonismo de los más jóvenes de la plantilla para que ganen experiencia y lograr un triunfo a domicilio que se resiste desde hace dos años. "Es algo que ya estamos haciendo. Creo que mejoramos en las últimas jornadas. Una cosa es que no ganemos, y otra la imagen. Hasta donde podamos, vamos a competir", señala Guillermo García.
Sin fondo de armario
Por lo de pronto, los ourensanos tendrán que afrontar una plaga de sanciones. "Para empezar tuvimos lesiones, y ahora nos tocan las sanciones en jugadores importantes. Tenemos a Álex Villar, Rivero, Llena y Quintana. Nos duele que llegue en este momento, porque la idea es terminar bien esta dura temporada", apunta el preparador pabellonista.
A pesar del día a día, desde el club ourensano no están ajenos a la noticia por excelencia de su competición: la disputa de la Copa de Campeones en el estadio de O Couto el 3 y 6 de mayo. "Es un lujo. Se trata de la mayor competición de fútbol juvenil. Es un gran éxito para la ciudad. Grandes clubes, jugadores internacionales... Una pena que justo un año donde nosotros no estuvimos bien, el fútbol juvenil tenga tanta repercusión", se lamenta García.
El Pabellón sabe desde hace semanas que jugará la temporada 2017-2018 en Liga Nacional. Desde el domingo los números lo confirman. Tienen cinco partidos por delante para despedirse de la élite de la mejor forma posible.
