El equipo de Parente, que resistió el empate durante todo el segundo tiempo con diez, se impuso en los penaltis al Cea y alzó el trofeo Delegación
La tanda de penaltis determinó que el Molgas se quedase con el trofeo Delegación. Luego de no quebrarse la igualdad sin goles, el equipo de Augusto Parente estuvo más acertado que el Cea en la lotería desde los once metros y se impuso por 3-4.
El sofocante calor fue el gran enemigo de ambos equipos, teniéndose que parar el partido unos minutos en la mitad de cada período para hidratarse y así poder recuperar un poco las energías.
El Cea, que antes del inicio del encuentro agasajó a los jugadores rivales con su producto gastronómico estrella, dispuso de dos claras ocasiones en las botas de Obenza y Pupín que supo despejar el portero Antunez que, más tarde, volvió a repeler un tiro de Rodrigo.
El Molgas, con muchos problemas en defensa, se encomendaba a las contras vía Nespereira, Carracedo y Pibe, que protagonizó la oportunidad más clara con un remate cruzado que se estrelló en la base del palo izquierdo. Más tarde sería Carracedo el que malgastó otra posibilidad neta de gol.
En la segunda parte, la expulsión de Meleche hizo que el Molgas se atrincherara aguantando el 0-0 ante un Cea que llevó el peso, pero sus atacantes no terminaban de materializar las ocasiones, la más nítida un disparo de Obenza que desvió el portero sobre el larguero. Cerca del final, Rodrigo casi sorprende a su propio meta Xosé.
La final se resolvió en la tanda de penaltis, en la que estuvo mucho más acertado el Molgas al transformar sus lanzamientos Iván, Tractor, Carracedo y Bolaño.
El Cea, que empezó tirando, anotó por medio de Rodrigo, Pupín, en una segunda instancia, y Adrián tras dar en el palo y entrar con cierto suspense. Luego, Ismael estremeció el larguero y Obenza lo lanzó alto sobre el travesaño.
La felicidad viajó hacia Molgas, aunque el conjunto panadero no merecía tanto castigo.
