Los goles de Fabio y Quini , uno en cada tiempo, acaban con un Ourense B inmerso en una dinámica de derrotas.
El filial sigue sin poder sumar una victoria. El partido contra el Porriño demostró lo que son las dinámicas dentro del mundo del fútbol.
Hace dos meses el Ourense B no habría perdido contra los pontevedreses. Porque estaban subidos los ourensanos en la ola buena, ésa en la que casi todo te sale. Ahora es al revés, esa ola te zarandea una y otra semana y no encuentras la manera de sobrellevarla. Amén de las ausencias, que también le están pasando una factura demasiado grande a un equipo muy joven y sin malicia que pelea en tierra de lobos. A medida que se acerca el final de temporada y los puntos tienen una transcendencia mucho mayor, los equipos pontevedreses, mucho más expertos en estas batallas, sacan provecho.
GOL TEMPRANERO
El Porriño puso el partido de cara a los ocho minutos con un buen disparo ajustado de Fabio, aunque también con la pasividad defensiva de los rojillos. Poco más hicieron los visitantes en toda la primera parte.
El filial probó con un disparo de Gabriel que se fue desviado por poco, un buen centro del barquense Iago al que no llegaron ni Choco ni Carlos tras pasearse el balón por el área o un buen remate de Carlos tras dos recortes que atajó el guardameta visitante Samu.
La segunda parte tuvo el mismo guión. Si acaso con mucho menos ritmo por el equipo visitante, que dominaba en el marcador, no tenía prisa, y menos desde que logró el segundo gol.
Antes de ese tanto, un par de llegadas del filial, que también dejó claro que una vez que a Choco se le secó la pólvora el gol es un privilegio que no tiene el B. Les cuesta Dios y ayuda perforar las porterias visitantes y así es muy difícil ganar.
En el minuto 72 apareció el lateral derecho Quini para sacar una falta lateral y sorprender al meta juvenil Dorribo, que seguramente no contaba con ese lanzamiento directo.
0-2, sigue la cuesta abajo de un equipo al que la liga le está pasando demasiado peaje. La reacción tiene y debe llegar cuanto antes, sería lo más justo.
