El equipo entrenado por Ramón González logró un triunfo en casa ante el Noia que le reengancha a la competición
El Viña do Campo de Ribadavia puso fin a una racha de cuatro encuentros consecutivos perdiendo con una balsámica victoria ante el Noia, lo que les hace respirar ligeramente, una vez terminada la primera vuelta de competición.
No han sido semanas fáciles para la plantilla que entrena Ramón González. Las lesiones y una plantilla muy corta de efectivos han causado que el debut en Primera división del conjunto ribadaviense esté siendo más complicado de lo que cabría esperar.
El pasado fin de semana, ante su afición, los del Viña doCampo lograron la victoria ante el Noia (aunque siguen en el farolillo rojo de la liga), justo antes de iniciar la segunda vuelta ante el otro equipo de la provincia, el Bosco Salesianos de Chema Royo.
Los colegiales, también están pagando los problemas con las lesiones y las bajas. Tras ser la gran revelación de la Primera división en su debut la pasada campaña, en este segundo curso, los ourensanos están pagando el peaje de no poder contar con todos sus efectivos durante practicamente toda la primera vuelta de competición, por lo que marchan en la penúltima plaza.
El pasado fin de semana en A Estrada, el Bosco no pudo sumar el cuarto triunfo del curso, cayendo derrotado por 59-52, a la espera de poder remontar el vuelo en la segunda ronda de encuentros.
Antes del parón navideño, turno para un nuevo derbi, esta vez en Ribadavia, el sábado a las 18.00 horas de la tarde.
