Precedido por su fama de chico malo, el delantero Mario Balotelli afronta la próxima Eurocopa agradecido por la oportunidad que le ha dado el seleccionador de Italia, Cesare Prandelli, una ocasión única que no piensa desaprovechar.
Balotelli, de 21 años, es consciente de que su actitud fuera y dentro de los terrenos de juego eclipsa a sus aptitudes futbolísticas; una imagen polémica que el jugador pretende borrar en la Eurocopa 2012 de una vez por todas.
'Prandelli me ha esperado y yo no veo la hora de corresponderle', ha llegado a afirmar Balotelli en las vísperas de una cita continental que considera es la ocasión de su vida para demostrar todo lo que puede dar en el terreno de juego.
Llega tras ganar la Liga inglesa con el Manchester City y tras reconocer haber cometido algún que otro 'error' de comportamiento.
'No tengo intención de dejar (a la selección) con diez (jugadores) y espero echar una mano', prometió el delantero palermitano sobre el ánimo con el que afronta este europeo, en el que deberá ayudar a Italia a borrar la desastrosa imagen del Mundial de Sudáfrica.
Además de a Prandelli, el exjugador del Inter, pero de reconocida afición por el Milán, tiene muy presente a otro italiano: el entrenador de su equipo, Roberto Mancini, a quien agradece el hecho de que le haya dado 'la ocasión de ser todavía decisivo durante el final de temporada' en el equipo inglés.
Ganador, además, de tres títulos de Liga italiana, de una Copa Italia y de una Liga de Campeones con el Inter, en su mayor parte bajo las órdenes del portugués José Mourinho, Balotelli pasó al Manchester City en el verano de 2010 al tiempo que era convocado por Prandelli por primera vez para una selección que debía acometer una renovación generacional tras el fiasco de Suráfrica.
Ahora le toca responder a las expectativas del seleccionador, quien siempre ha confiado en su buen juego y que espera inculcarle la disciplina que parece faltarle a este jugador de ascendencia ghanesa.
El fútbol se convirtió en un buen anestésico durante una infancia marcada por el abandono de sus padres biológicos y por la suerte que tuvo al ser acogido por una familia de italianos de Brescia (norte de Italia).
Al no haber sido adoptado, Balotelli no obtuvo la nacionalidad italiana hasta la mayoría de edad, momento en el que entró en la selección 'azzurra' sub-21.
El palermitano ha sido un niño prodigio del mundo del fútbol y, a la vez, el 'enfant terrible' de cada uno de los equipos por los que ha pasado y ha llegado a mandar a callar hace unos años al entonces jugador del Manchester United Cristiano Ronaldo.
Objeto de los cánticos racistas de varias de las aficiones de sus equipos rivales en Italia, 'Supermario' Balotelli ha tirado la camiseta de su club al suelo, ha discutido con entrenadores y jugadores, contrarrestando esas salidas de tono con buenas prestaciones dentro del terreno de juego.
Siempre en boca de todos, Balotelli tiene con la Eurocopa la oportunidad de hacer callar a sus detractores y demostrar con las botas puestas que es algo más que una promesa, que puede sobrevivir al inicio de una carrera polémica a la par que brillante y que el apodo de 'Supermario' no le ha caído del cielo.
'Prandelli me ha esperado y yo no veo la hora de corresponderle', ha llegado a afirmar Balotelli en las vísperas de una cita continental que considera es la ocasión de su vida para demostrar todo lo que puede dar en el terreno de juego.
Llega tras ganar la Liga inglesa con el Manchester City y tras reconocer haber cometido algún que otro 'error' de comportamiento.
'No tengo intención de dejar (a la selección) con diez (jugadores) y espero echar una mano', prometió el delantero palermitano sobre el ánimo con el que afronta este europeo, en el que deberá ayudar a Italia a borrar la desastrosa imagen del Mundial de Sudáfrica.
Además de a Prandelli, el exjugador del Inter, pero de reconocida afición por el Milán, tiene muy presente a otro italiano: el entrenador de su equipo, Roberto Mancini, a quien agradece el hecho de que le haya dado 'la ocasión de ser todavía decisivo durante el final de temporada' en el equipo inglés.
Ganador, además, de tres títulos de Liga italiana, de una Copa Italia y de una Liga de Campeones con el Inter, en su mayor parte bajo las órdenes del portugués José Mourinho, Balotelli pasó al Manchester City en el verano de 2010 al tiempo que era convocado por Prandelli por primera vez para una selección que debía acometer una renovación generacional tras el fiasco de Suráfrica.
Ahora le toca responder a las expectativas del seleccionador, quien siempre ha confiado en su buen juego y que espera inculcarle la disciplina que parece faltarle a este jugador de ascendencia ghanesa.
El fútbol se convirtió en un buen anestésico durante una infancia marcada por el abandono de sus padres biológicos y por la suerte que tuvo al ser acogido por una familia de italianos de Brescia (norte de Italia).
Al no haber sido adoptado, Balotelli no obtuvo la nacionalidad italiana hasta la mayoría de edad, momento en el que entró en la selección 'azzurra' sub-21.
El palermitano ha sido un niño prodigio del mundo del fútbol y, a la vez, el 'enfant terrible' de cada uno de los equipos por los que ha pasado y ha llegado a mandar a callar hace unos años al entonces jugador del Manchester United Cristiano Ronaldo.
Objeto de los cánticos racistas de varias de las aficiones de sus equipos rivales en Italia, 'Supermario' Balotelli ha tirado la camiseta de su club al suelo, ha discutido con entrenadores y jugadores, contrarrestando esas salidas de tono con buenas prestaciones dentro del terreno de juego.
Siempre en boca de todos, Balotelli tiene con la Eurocopa la oportunidad de hacer callar a sus detractores y demostrar con las botas puestas que es algo más que una promesa, que puede sobrevivir al inicio de una carrera polémica a la par que brillante y que el apodo de 'Supermario' no le ha caído del cielo.
