El Barcelona se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey, en las que se enfrentará con el Real Madrid, tras ganar por 2-4 al Málaga en un partido trepidante y emocionante. El equipo azulgrana tuvo que emplearse a fondo para doblegar a un rival que llegó a empatar por dos veces, pero las fuerzas le fallaron en los minutos finales ante el líder de la Liga.
Los primeros minutos fueron de tanteo, aunque con ligero dominio azulgrana. En el primer acercamiento con peligro visitante, un centro de Dani Alves por la derecha, que no estaba en fuera de juego, lo cabeceó Pedro Rodríguez en el área pequeña, sin oposición, para adelantar a su equipo. Era el minuto 8 y el Málaga no lo acusó.
Tres minutos después, una contra malaguista la cogió Duda en la derecha. Su pase en el área grande la capturó Joaquín con un disparo, seco, raso, que se coló por el palo izquierdo de la portería de José Manuel Pinto. Intercambio de golpes en veintidós minutos, pero el Barcelona seguía dominando.
El argentino Leo Messi perdonó en un nuevo error de la defensa malaguista, esta vez de Martín Demichelis, que le entregó el balón al delantero argentino, pero el guardameta camerunés Carlos Kameni salvó con una gran intervención el segundo gol.
El encuentro entraba en un momento de dureza por parte de los dos equipos y en ocasiones, con otra de Messi, que no entró por centímetros.
Tablas en la primera parte y una segunda mitad trepidante y a la vez emocionante. No duró mucho la alegría malaguista, porque otro error defensivo del Málaga, en un centro por la izquierda lo aprovechó Piqué, sólo con una gran definición para controlar con el pecho y rematar con la izquierda para batir a Kameni. Le dejó aturdido el gol, inesperado, al Málaga. Tocado, pero no hundido, lo intentó ante un Barcelona más controlador con la eliminatoria a favor. El equipo azulgrana jugaba a su antojo. Cuando peor estaba el Málaga, tras otra ocasión de Messi, con Cesc Fabregas tendido en el área pequeña doliéndose de un pisotón del brasileño Weligton Robson de Oliveira, una jugada a la contra con pase al paraguayo Roque Santa Cruz, que, de tiro cruzado, marcó el empate en el minuto 68.
Un toque suave de varios jugadores del Barcelona, dejó el balón franco a Iniesta, que por bajo batió a Kameni, en el minuto 76. El Málaga tenía que marcar dos goles para seguir en la competición, pero bajó los brazos y el conjunto azulgrana aprovechó la flaqueza para marcar el cuarto, obra de Messi.
Tres minutos después, una contra malaguista la cogió Duda en la derecha. Su pase en el área grande la capturó Joaquín con un disparo, seco, raso, que se coló por el palo izquierdo de la portería de José Manuel Pinto. Intercambio de golpes en veintidós minutos, pero el Barcelona seguía dominando.
El argentino Leo Messi perdonó en un nuevo error de la defensa malaguista, esta vez de Martín Demichelis, que le entregó el balón al delantero argentino, pero el guardameta camerunés Carlos Kameni salvó con una gran intervención el segundo gol.
El encuentro entraba en un momento de dureza por parte de los dos equipos y en ocasiones, con otra de Messi, que no entró por centímetros.
Tablas en la primera parte y una segunda mitad trepidante y a la vez emocionante. No duró mucho la alegría malaguista, porque otro error defensivo del Málaga, en un centro por la izquierda lo aprovechó Piqué, sólo con una gran definición para controlar con el pecho y rematar con la izquierda para batir a Kameni. Le dejó aturdido el gol, inesperado, al Málaga. Tocado, pero no hundido, lo intentó ante un Barcelona más controlador con la eliminatoria a favor. El equipo azulgrana jugaba a su antojo. Cuando peor estaba el Málaga, tras otra ocasión de Messi, con Cesc Fabregas tendido en el área pequeña doliéndose de un pisotón del brasileño Weligton Robson de Oliveira, una jugada a la contra con pase al paraguayo Roque Santa Cruz, que, de tiro cruzado, marcó el empate en el minuto 68.
Un toque suave de varios jugadores del Barcelona, dejó el balón franco a Iniesta, que por bajo batió a Kameni, en el minuto 76. El Málaga tenía que marcar dos goles para seguir en la competición, pero bajó los brazos y el conjunto azulgrana aprovechó la flaqueza para marcar el cuarto, obra de Messi.
